Tesoro militar busca mecenas: los propietarios del museo de Colloto piden apoyo para exponer todas sus piezas, más de tres mil

El sierense Jorge Sandoval pide ayuda a los ayuntamientos: "No tengo donde meterlas"

Se cede museo con todo el material incluido. A grandes rasgos, es la propuesta del sierense Jorge Sandoval, propietario del Museo de la Guerra Civil El Cuetu, en Colloto, un enamorado de la cuestión bélica que suma en su colección más de 3.000 piezas, desde tanques hasta aviones, y que ya no tiene más espacio para sus artefactos.

El local en el que guarda parte del material, en Colloto, ya se ha quedado pequeño, y la colección no deja de crecer. Por eso, lanza una llamada desesperada a las Administraciones públicas para que todas sus piezas puedan tener por fin un espacio lo suficientemente grande para ser reunidas. "Necesitaría una nave como mínimo de 4.000 metros cuadrados, pero me conformaría con menos", señala Sandoval, quien sigue adquiriendo materiales de la Guerra Civil. De hecho, la suya es "posiblemente la mejor colección de este tipo de en Europa, tengo cosas que no se ven no en Francia ni en Alemania", asegura.

Sus últimas adquisiciones son la colección más importante de bombas de aviación italiana de la Guerra Civil, adquiridas a un constructor en Tarragona, y que no han podido ser aún trasladadas a Asturias porque "no tengo dónde meterlas". Se trata de más de 200 artefactos "únicos, no existen otros en ningún otro país", asegura. Y a ellos se suma otra colección de fusiles, subfusiles y ametralladoras, también de la Guerra Civil, recién compradas en Zaragoza a un aficionado, y también a la espera de un lugar digno de ser mostradas.

Sandoval asegura que no quiere hacer negocio con esta amplísima recopilación de material bélico. De lo que se trata, indica, es de "hacer que la colección esté bien conservada y se pueda visitar completa, porque ahora mismo la tengo diseminada por España; las piezas son mías pero no he podido reunirlas por falta de espacio, con cosas repartidas por Gerona, Granada o La Coruña". Por ello su mayor sueño es "ceder gratuitamente su material "al Ayuntamiento de Asturias que se comprometa a gestionarlo; no pido nada más".

Francisco Fernández Riestra, conservador y guía de la exposición. | L. P.

Francisco Fernández Riestra, conservador y guía de la exposición. | L. P. / Luján Palacios

Sería necesario por lo tanto una buena disponibilidad de espacio, porque entre todas las adquisiciones de Sandoval se cuentan camiones, cañones, tanques, aviones, maquetas de tamaño colosal como la del cuartel de Simancas, la ametralladora del buque naval Cervera, flotadores y placas del barco, que ocupan una cantidad ingente de sitio. Por ahora "no quiero comprar más", afirma Jorge Sandoval, pero el sierense se compromete, si el proyecto museístico saliera adelante, a "aumentar la colección en el doble de su tamaño en cuatro años".

La idea de este aficionado, que empezó con la colección "hace unos cinco años y sin tener ni idea", es la de poder poner en marcha un complejo que aúne la historia, la cultura y la parte lúdica. "Con los vehículos se podrían hacer desfiles y exhibiciones al aire libre, sacándolos a la calle como se hace en otros países, y se podría completar con un proyecto hostelero, para que los visitantes puedan aprovechar para tomar algo y pasar el día", reflexiona.

Tras varios contactos con el Ayuntamiento de Oviedo para trasladar la colección a la Fábrica de la Vega, las negociaciones se quedaron estancadas, asevera. Pero no así la voluntad de Jorge Sandoval, que acaba de constituir una fundación para impulsar su sueño. Porque lo contrario sería "una lástima para tantísimas piezas únicas".