Fútbol, atletismo, natación y tenis, el campus multideporte del Atlético de Lugones: "El entorno es un lujo"

Unos sesenta niños participan en las instalaciones de El Carbayu en el campamento de la entidad, también con charlas y visitas y que se prolonga a lo largo del mes

Lucía Rodríguez

Fútbol, natación, tenis, atletismo y sobre todo mucha diversión. Alrededor de 60 niños participan estos días en la primera semana del campus deportivo organizado por el Club Atlético Lugones Sociedad Deportiva. Las actividades se desarrollan en las instalaciones deportivas Santa Bárbara de Lugones (Siero), de 9.30 a 17.30 horas y se prolongarán a lo largo de todo el mes de julio. El campamento está dirigido a niños de entre cinco y 14 años de edad. «Estamos abiertos a todo el mundo, no solo a gente que pertenezca al equipo de fútbol», explica José Manuel Corvo, miembro de la directiva. Los pequeños pueden apuntarse «por semanas, hasta un máximo de 15 días».

Por las mañanas, «está más dirigido a fútbol, en dos sesiones de 75 minutos», indica Guillermo Buelga, uno de los entrenadores y organizador de las actividades este año. Los niños están divididos en cuatro grupos. «Por un lado, están los más pequeños, de entre cinco y siete años, otro grupo de ocho a 12 y, por último, de 13 y 14 años». El cuarto está compuesto por porteros, que en esta ocasión son ocho menores, que cuentan con un entrenador única y exclusivamente para ellos, Manuel Álvarez. «Cada vez hay más niños que optan por ser guardametas y no jugadores y es necesario ofrecerles un entrenamiento específico», apunta Corvo.

Completan la plantilla de entrenadores Gaspar Carrio, Miguel Bueno, Giancarlo Rivera, Henar Blanco y Rivera, jugadora y exjugador y exentrenador del Real Oviedo, respectivamente. «Todos los monitores cuenta con la titulación correspondiente de la UEFA otorgada por la Real Federación Española de Fútbol», dice Buelga.

Una de las ventajas es que «tenemos el lujo de contar con un entorno privilegiado», destaca José Manuel Corvo. «Tenemos justo al lado el Parque de La Cebera, donde a veces desarrollamos algunas actividades o hacemos alguna ruta». Además, «al haber árboles, los niños pueden estar a la sobra los días de mucho calor». Y no solo eso, «si el tiempo lo permite, nos desplazamos a las piscinas municipales de El Carbayu para refrescarnos y darnos un chapuzón y, en caso de que llueva, también podemos utilizar el polideportivo de las instalaciones deportivas», indica.

El hecho de tener la posibilidad de cambiar de escenario para el desarrollo de las diferentes actividades, fomenta una participación más activa de los menores, al no estar siempre haciendo lo mismo en el mismo lugar. Sobre todo, «de los que son más pequeños, que son más inquietos y pueden aburrirse o cansarse antes».

Conciliación

Además del deporte, los pequeños también tienen la oportunidad de recibir charlas por parte de profesionales del fútbol y del deporte en general. «Vino a vernos el presidente de árbitros de fútbol sala, Miguel Ángel Menéndez Caseiro, a hablar con los chicos y tenemos varios proyectos en mente para ir sumándolos a nuevas ediciones».

El club da la posibilidad de poder quedarse a comer en las propias instalaciones y continuar con actividades hasta media tarde. «Les damos el menú aquí, en la cafetería de las instalaciones». Arroz, macarrones, pizza, fruta e, incluso, helados. «La verdad es que los niños son excepcionales y se portan de maravilla en todos los sentidos», subraya Corvo. Después de comer, siempre hay juegos, «más una última sesión de 45 minutos de partidos de fútbol», concluye Guillermo Buelga.

Un espacio diseñado para brindar a los participantes una experiencia enriquecedora relacionada con el deporte y el fomento de los valores como la conciencia de equipo y el compañerismo, a la vez que combinan la enseñanza y práctica de disciplinas deportivas y se contribuye a la conciliación familiar y laboral.