Talleres de bicicletas, sector en auge: "Ya se usan para ir a trabajar y hay mucha puesta a punto"

Pinchazos, frenos y engrasar partes móviles y rodamientos, entre las reparaciones más solicitadas en los negocios del concejo de Siero

Jorge Corral (a la izquierda) y Juan Sánchez, con unas bicicletas, en la tienda de Lugones donde trabajan. | L. R.

Jorge Corral (a la izquierda) y Juan Sánchez, con unas bicicletas, en la tienda de Lugones donde trabajan. | L. R.

Lucía Rodríguez

La afición por el ciclismo crece entre la población de unos años a esta parte y eso ha supuesto un auge no solo de la venta de bicicletas sino de la demanda de talleres especializados en su reparación. La prueba se da en Siero, donde hay varios negocios del sector y también grandes superficies con tiendas dedicadas al deporte que notan este tirón de la atracción por pedalear, por hacerlo bien equipados y con seguridad. Hay un "bike-boom" que repunta tras la pandemia, con cada vez más jóvenes y no tanto haciendo kilómetros al aire libre. Lo constatan desde "Kike Bike", establecimiento de Lugones que no solo apunta a la pujanza de la actividad deportiva sino al gusto por una movilidad más sostenible, subiéndose sobre dos ruedas para desplazamientos cortos o entre localidades próximas. "Cada día veo pasar por delante del negocio a mucha gente que acude al trabajo de esta manera", indica Enrique Díaz, propietario. Tanto es así que apunta que "hay determinadas zonas, sobre todo las que conectan la urbanización La Fresneda con el centro comercial próximo, en el que la pintura roja del carril bici está ya desgastada". Díaz habla de que es previsible que la pasarela que unirá Lugones y La Fresneda contribuya también a incrementar los flujos ciclistas.

La bicicleta que acumula polvo en el trastero, las que pasan de un hermano a otro o la que se compra de segunda mano son las que más acuden al taller. "Hay mucha gente que las trae porque quieren volver a darle una segunda vida, simplemente por cariño o porque les trae recuerdos y no se quieren deshacer de ellas", señala Enrique Díaz.

"Arreglar bien las bicis es solo la punta del iceberg de todo lo que representa el taller", señala. También defiende la necesidad de contar con "unos procesos de trabajo bien establecidos y un sistema definido", añade el dueño de este establecimiento que ahora mismo atesora en su taller las últimas novedades del mercado junto a bicicletas de hace 40 años.

Enrique Díaz, en su establecimiento.

Enrique Díaz, en su establecimiento. / L. R.

Cerca de su negocio, en el área del centro comercial Azabache, está Decathlon Lugones. Carlos Aparicio, responsable, explica que "hoy en día son muchos los que deciden utilizar este medio de transporte como método para llegar a sus lugares de trabajo". Juan Sánchez y Jorge Corral, del taller de este mismo espacio, no paran, herramienta en mano, y dedican la mayor parte del tiempo de la jornada a la puesta a punto de bicicletas. La avería más recurrente, hoy como ayer, es el pinchazo. "Aunque sea algo sencillo de solucionar, el usuario medio no suele tener conocimientos técnicos para arreglarlo", apuntan.

Normalmente, las reparaciones que atienden suelen ser fáciles. "Se reducen a cambiar los neumáticos, ajustar los cables para que cambie y frene correctamente, sin presentar holguras, y engrasar las partes móviles y los rodamientos", detallan Sánchez y Corral. Una vez hecho esto, "la bicicleta está en condiciones de volver a ser utilizada".

Por lo general, las bicicletas de adulto son las que más entran en los talleres. "Esto es simplemente porque a un adulto la bicicleta le dura más y no necesita cambiarla a no ser que sea por capricho por una mejor o porque ya está muy gastada". Sin embargo, "los niños sí que la cambian cada dos años aproximadamente, porque depende de su crecimiento", concluyen.