Opinión

En una semana agitada

De domingo a domingo, nunca faltan argumentos que justifiquen unas letras, que hablen de las excelencias mundanas, de éxitos y progresos, de un mundo lúdico y ruidoso que nos invade y aturde, que nos lleva a adorarnos a nosotros mismos y pensar que lo podemos todo… Que ya tenemos la Inteligencia Artificial en Lugones, en la Pola se acerca el Carmen y Carmín, los suspensos escasean -la selectividad la superan más del 90%-, ya que el coeficiente intelectual de nuestros alumnos alcanza niveles insospechados, aunque paradójicamente el sentido crítico disminuye. Y así podría seguir, hablando de las excelencias del momento y más desde que España es finalista de la Eurocopa de fútbol, después de arrasar a Francia en un partido visionado por once millones y medio de televidentes y en la que un joven de dieciséis años, Lamine Yamal, nos transportó a la gloria, con su salvífico gol del empate cuando más se necesitaba. Pero a poco que profundicemos vemos la España de siempre, la de MATESA y Vila-Reyes, la de Andalucía y los ERES, la insolidaria, la de la falta de oportunidades, la de la justicia desigual hasta para entrar en el Juzgado y en la que todo vale para escalar al poder. Se preguntaba el sacerdote recientemente fallecido, don Alberto Torga Llamedo, en escrito publicado en febrero de 1971 en la revista Coraje lo siguiente: "¿Llegará un día a ser posible, entre nosotros una convivencia nacional basada en el respeto a los demás?" Hoy, pasados cincuenta y tres años, parece que algunos no están dispuestos a ello. ¿Quiénes? Los que no respetan leyes ni acatan sentencias ni las más elementales normas de humanidad y sentido cívico que nos hemos dado. ¡La política no es para adolescentes!

Afortunadamente conviven dos Españas, la real y la política, aunque sin entenderse, cada uno en su parcela, con objetivos dispares, diferentes. La real tiene sentimientos, se alegra o se entristece, se ilusiona con el fútbol, con los toros, con fiestas, playa, montaña y sol, con una buena mesa, con bodas y nacimientos, con los avances de hijos y nietos – su único y verdadero patrimonio- con el trabajo y descanso de cada día, con buenos servicios y razonables impuestos y con que no les tomen el pelo, les respeten y consideren; en resumen que les dejen vivir según han aprendido de sus mayores. La España política y oficial va a lo suyo, vive a costa del vecino al que dice defender y proteger, y su única y principal preocupación es incrementar los votos, las estadísticas, mantenerse o alcanzar el poder y el dinero que no falte- de ahí su obsesión por recaudar- y más en un país endeudado que vive del crédito y éste hay que pagarlo. Entre ambas de vez en cuando se produce algún brote, algún desencuentro, pero no llega a mayores. Ayer, en un bar de carretera, mientras tomaba café, la televisión ofrecía imágenes de la llegada de Marta Rovira a Cataluña y el camarero, en cuanto las vio, cambió de cadena no sin decir las justas palabras del español cabreado: "¡Hay que tener cara… Y después de la que han hecho, de rositas…!".

En este mundo dual que vivimos, donde el desencanto cobra mucha fuerza, uno se alimenta de palabras, de opiniones, de noticias que muestran la brújula de los tiempos. Ahora que la Generalitat entregó 28,5 millones de euros a los medios de comunicación y la TV3 catalana tiene un agujero de 714 millones de euros, recientemente el periodista Martín Borne, periodista del “The New York Times” y exdirector del “The Washington Post”, en la presentación de su libro “Periodismo frente al Poder” alertó de lo siguiente: ”Periodista del mundo libre, si no crees en la verdad, nunca serás un buen profesional”. También el académico lucense Darío Villanueva nos recuerda algo que teníamos en el olvido: “La izquierda no está para apoyar el nacionalismo, sino para combatirlo”.

De las vivencias destacó el Gran Premio de Hípica Maeza (Sariego) celebrado el pasado domingo, 7 de julio, donde no faltó de nada: excelentes jinetes, caballos, dirección, organización y presentación del campeonato; en resumen, rigor y eficacia de la que tan necesitados estamos. Buen ambiente y mucho y variado público. Espectáculo que ronda la perfección , de ahí el aplauso merecido de todos a todos y especialmente a la ganadora del certamen Teresa Blázquez .

La preocupación de la semana y de los tiempos venideros se llama “emigración ilegal”. Los seis mil menores no acompañados (menas) residentes en Canarias son un toque de atención a todos. ¿Qué hacer? ¿Cómo resolver el problema? ¿Cómo integrarlos y hacer que tengan un futuro? ¿Recursos? El tema es de gran calado y no se resuelve con trasladar el problema… La responsabilidad es de todos (España, Europa…) y más cuando necesitamos emigrantes para hacer frente al pago de las pensiones del futuro. Temas de esta gravedad cuanto más se politizan, peor se resuelven. Los números y las historias de cada migrante hablan por sí solas.

Por último este viernes, así como Jovellanos busca refugio en Puerto Vega, huyendo del francés, nosotros recalamos allí para saciar nuestras tripas, no sin antes pasarnos por Cabo Busto y abastecernos de unas vistas marinas inigualables, con luz y buena temperatura. En las cercanías, una pequeña vitrina blanca con libros viajeros, nos habla del enorme hechizo que tienen la lectura y el mar. Entre los títulos “Yo, el Rey”, del conocido psiquiatra Juan Antonio  Vallejo-Nájera, y  cerca, sobre pizarra, ilustrativas palabras de Jovellanos, asturiano de pro, que supo mantener su amor a Asturias, a España, cuando los franceses invadieron nuestras tierras. La tarde nos esperaba en la Villa Blanca, de la Costa Verde, Luarca, donde la Verónica, en el día de su festividad, mostraba su esperanza compasiva con la efigie de Cristo  en la Capilla de la Virgen Blanca, que entroniza el exquisito y cuidado cementerio de la localidad, que es obligada visita y más si el sol acompaña.

 Ya en las terrazas del muelle tónica, café… Descanso, charla, impresiones. Gente por las calles y más delante de la Iglesia- se esperaba una comitiva fúnebre-. Se ha abierto el paseo hacia la playa primera y muchos niños con camisetas de color amarillo suave, rotuladas con caligrafía de negro fino nos dicen que estamos en la villa de Luarca, la del Nobel, la de Don Severo Ochoa de Albornoz, la que él ha inmortalizado y cuida desde lo alto del cementerio. Todo en Luarca y alrededores tiene su huella, incluso en Puerto Vega, en el comedor, cerca de nuestra mesa, había fotografías suyas con los dueños. Todo esto habla de la bonhomía y cercanía de un sabio e ilustre vecino de esta tierra. ¡Muchas gracias, don Severo!

Prometo volver a Luarca para visitar sus afamados  jardines. ¡Que España gane la Eurocopa del 2024!

P. D. “La ignorancia siempre es ciega. No conoce el bien para seguirlo, ni el mal para evitarlo” (Palabras de Jovellanos en el Cabo Busto)