Ocio, gastronomía, cultura y un destino privilegiado para los amantes del surf: descubre Matosinhos, una joya al norte de Portugal

Playas, dunas, naturaleza y patrimonio se unen para que disfrutes de una experiencia única en una tierra bañada por las aguas del Atlántico

Matosnhos es considerado uno de los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf

Matosnhos es considerado uno de los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf

Tere Gradín

Playas infinitas, 14 banderas azules ondenando en los arenales que los acreditan con el sello internacional Quality Coast Gold Award con el Atlántico como insignia permanente. Estos son algunos de los atractivos de Matosinhos, una joya ubicada en el norte de Portugal y que nunca deja de sorprender a quienes la visitan.

A la espectacularidad de sus playas de este municipio hay que añadir su amplio patrimonio, gastronomía, ocio, cultura y proyectos innovadores impulsados por instituciones comprometidas y de espíritu contemporáneo. Matosinhos es un lugar único al que seimpre desearás volver.

La cuna de los amantes del surf

Los amantes del surf conocen bien las bondades de las playas de Matosinhos, perfectas para la iniciación al surf. Un dato del que muchos medios de comunicación y asociaciones internacionales se hacen eco. Incluso reputados periódicos españoles consideran los arenales urbanos matosinhenses como los mejores del mundo mundo para la práctica de la modalidad. Las olas de Matosinhos son un punto de parada obligado para surfistas locales y extranjeros, siendo escenario habitual de competiciones nacionales e internacionales de distintas especialidades.

Playa de Matosinhos, vista de la Terminal de Cruzeros

Playa de Matosinhos, vista de la Terminal de Cruzeros / Imagen cedida a LNE

El jazz en esencia

Además de por el mar, Matosinhos cuenta con variados reclamos que hacen de él un auténtico tesoro. De hecho, en esta ciudad se celebra una de las mayores y más antiguas romerías de todo el país, el popular Senhor de Matosinhos, que invita a millones de personas a salir a las calles. La cultura local está viva, es intensa y variada. La misma tierra donde se hacen “bailaricos” populares es también la capital portuguesa del jazz y el hogar de la prestigiosa Orquestra Jazz de Matosinhos, así como del Quarteto de Cordas de Matosinhos.

La misma tierra donde se hacen “bailaricos” populares es también la capital portuguesa del jazz y el hogar de la prestigiosa Orquestra Jazz de Matosinhos

Un destino sostenible

Las condiciones únicas que ofrece Matosinhos lo convierten en un territorio certificado con el galardón de oro de destino sostenible, apreciado por todos los que buscan actividades de ocio y deportes náuticos, especialmente los practicantes de surf, bodyboard, kitesurf, vela o buceo. 

Vista aérea

Vista aérea de Matosinhos / Imagen cedida a LNE

El Caminho Português y el Caminho da Costa: parada de peregrinos

Si hay que hablar de patrimonio y herencia cultural es imprescindible nombrar al Camino de Santiago. Recorrido por el Caminho Português y por el Caminho da Costa, es un punto de parada obligado para los peregrinos que enfilan sus pasos hacia Compostela. Muchos aprovechan las buenas condiciones que ofrece el verano para hacer el trayecto, de ahí la expresión “Buen Camino” que forma parte de lo cotidiano. Además, en el mar de Matosinhos nació la vieira, símbolo de la ruta jacobea que cada año recorren miles de peregrinos.

Peregrinos Caminhos de Santiago

Peregrinos Caminhos de Santiago / Imagen cedida a LNE

Arquitectura icónica

Además de por las playas, su oferta cultural y de ocio, Matosinhos es desde hace mucho tiempo la tierra de elección de Álvaro Siza Vieira, el mayor nombre de la arquitectura portuguesa galardonado con el Premio Pritzker, conocido como el Nobel de la Arquitectura.

Piscina das Merés

Piscina das Merés / Imagen cedida a LNE

Aquí se pueden apreciar trabajos correspondientes a distintas fases de la carrera del autor, destacando la Piscina de Marés, un lugar mágico diseñado en las rocas donde se puede nadar libremente, también la casa de Chá de Boa Nova, hoy un restaurante premiado en la Guía Michelín con dos estrellas, o la “marginal” de Leça da Palmeira, donde se puede disfrutar de lo mejor que produce esta costa.

De Siza habla igualmente la Casa da Arquitetura (con su Centro Português de Arquitetura) y la Casa do Design, a los que se juntan muchos otros museos que narran la historia de este concello.

Casa de Chá da boa nova

Casa de Chá da boa nova / Imagen cedida a LNE

Un recorrido por la herencia industrial

Uno de los datos cuirosos que pude que pocos conozcan es que durante años, la industria conservera fue el motor de la economía local. La tradición perdura y aún hoy es posible conocer este pasado y sumergirse en el proceso, desde la preparación hasta la degustación. Las conserveras supieron acompañar la evolución de los mercados y produjeron auténticas “delicatessen” en conserva, desde caballa a calamar relleno, sin olvidar las sardinas de la costa, muy procuradas por quienes visitan el territorio.

Además de las industrias conserveras, mayoritariamente de pescado, que se desarrollaron en el siglo XIX con el puerto de pesca de Leixões, muchas otras fábricas se instalaron en esos recién creados emplazamientos. Como curiosidad, la primera unidad que se ubicó en la zona fue la fábrica de conservas de pescado Lopes Coelho e Dias en 1899.

Pescaderas en el Mercado de Matosinhos

Pescaderas en el Mercado de Matosinhos / Imagen cedida a LNE

Hoy, más de un siglo después, existen en Matosinhos alguna de estas instalaciones fabriles que ahora oferecen visitas al público y que forman parte de la ruta del turismo industrial del municipio. 

Conserveiras

Conserveiras / Imagen cedida a LNE

Además de la industria conservera, tanto en la ciudad como en el concello se puden ver vestigios de arqueología industrial que vienen desde la época romana como los tanques de salazón en Angeiras, pasando por diversos edificios, fachadas y chimeneas, máquinas y equipamientos preservados de las numerosas fábricas existentes a lo largo de este tiempo. De este pasado también es testigo el “quarteirão” de la Real Vinícola, donde se sitúa la Casa da Arquitetura, local que acoge la gestión del Centro de Documentação Álvaro Siza (CDAS) y la de los legados de arquitectos de renombre mundial.

Se puede encontrar también el Titán del Puerto de Leixões, que sirvió de palanca para el desarrollo industrial y potenció la instalación de todo tipo de unidades fabriles, convirtiendo Matosinhos en un emblema de producción no solo de conservas de pescado, también de cerveza, formando un círculo que une todas estas instalaciones y unidades del Turismo Industrial.

Oír nuestra historia narrada por la industria presente en el concello es conocer, comprender y valorar nuestra identidad y autenticidad. Y Matosinhos es cien por cien auténtico.

ADN del Atlántico

El pescado y el marisco más frescos, recién salidos del Atlántico, traídos por los pescadores locales, gente en las que corre el mar por las venas, que transmiten sus saberes de generación en generación, es otra de las señas de identidad de Matosinhos. Esto hace casi obligado hablar del World’s Best Fish.

Los restaurantes ofrecen los mejores manjares del Atlántico

Los restaurantes ofrecen los mejores manjares del Atlántico / CMM

Con aguas muy ricas en nutrientes, la costa de Matosinhos posee una relevante biodiversidad asegurada por la abundancia de algas y sargazo. Lo mismo ocurre con los pescados y mariscos, que presentan sabor y aromas únicos y que no han pasado desapercibidos a destacados chefs de cocina y a los amantes de la buena gastronomía de mar, consolidando la marca MWBF - Matosinhos World’s Best Fish

Restauração Matosinhos Marisco

Restauração Matosinhos Marisco / Imagen cedida a LNE

Gracias a estas joyas gastronómicas, la ciudad es hoy una de las grandes “salas de jantar” del país con más de 450 espacios de restauración y gran concentración de restaurantes y marisquerías en las inmediaciones del puerto y de la lonja. Pero el MWBF tiene otro secreto: la calidad de la materia prima se une al arte del “saber hacer”, posible por la colaboración de viejos pescadores en estos espacios de restauración. En sus terrazas, nada mejor que apreciar el maravilloso sabor de un pescado “acabadinho de grelhar”… 

Restauração Matosinhos

Restauração Matosinhos / Imagen cedida a LNE

Una geografía con una belleza incomparable, que ofrece a quienes la visitan de un amplio abanico de servicios y opciones únicas. Aunque sin duda lo mejor de Matosinhos es su gente. Personas trabajadoras, simpáticas y acogedoras. Que gustan de su tierra y están siempre dispuestas a ayudar a quien la visita, poniendo todo de su parte para que quien venga a Matosinhos se vaya con una experiencia inmejorable.

Muchas formas de llegar y motivos de sobra para visitarla

Otro de los puntos fuertes de esta joya al norte de Portugal es su accesibilidad. Conectada por autopistas de calidad desde todos los puntos y latitudes, la ciudad también dispone de tren, metro y transporte público por carretera. A esto hay que añadir el aeropuerto, situado a pocos kilómetros del centro de Matosinhos y la imponente terminal de cruceros. Muchas formas de llegar y motivos de sobra para visitar.

Venga de donde venga, Matosinhos es un destino obligado.

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