Íñigo Vicente Elorduy, (Derio, 1998), solo ha jugado 12 encuentros con el Mirandés esta temporada. Es su primera experiencia fuera del Athletic, de Lezama. Íñigo quiere hacer el mismo viaje que el Nervión. Desde Burgos quiere desembocar en Bilbao, pero no lo tendrá fácil. El delantero siempre ha destaco en las categorías inferiores de la cantera del Athletic. Logró superar el récord de goles en División de Honor con 35 tantos en una temporada, arrebatándoselo nada más y nada menos que a Iñaki Williams. En Oviedo lo recuerdan con admiración. Hace unos años, en una eliminatoria contra los azules en octavos de final de la Copa del Rey juvenil, logró cinco goles, dos en Lezama y tres en El Requexón. Su exquisita calidad técnica le hacen un delantero impredecible. Puede usar con soltura ambas piernas y con el desparpajo de alguien con 21 años y con ganas de divertirse en el fútbol puede ser un quebradero de cabeza para los centrales. En ocasiones actúa como segunda punta gracias a su gran visión de juego,. En el uno contra uno también es desequilibrante lo que de vez en cuando hace que sus entrenadores le hagan jugar en banda. Alguien que lo conoce bien, como Joseba Etxeberría, destacó en su día al Mago de Derio como "uno de los jugadores de más calidad del fútbol vasco".
Pero como todos los jóvenes también tiene su puntos negros, subsanados con el paso de los años gracias al trabajo. En cadetes de primer año el Athletic le da la baja por haber suspendido unas cuantas asignaturas de su curso de ESO. Iñigo recala en el Danok Bat y se pone las pilas. Sabe que si quiere volver a Lezama debe estudiar y esforzarse al ritmo del resto de leones. Aquel era su primer año en Primera Cadete y además de mejorar en los estudios se destapa con más de 30 goles. En ese momento el Barça, el Madrid e incluso algún equipo de la Premier le siguen de cerca. Pero Iñigo es del Athletic y quiere disfrutar del fútbol en San Mames.
De vuelta a Lezama le espera su etapa juvenil y des¡pues el salto al filial, donde llevaba tres años antes de llegar cedido al Mirandés. En su primer año, recién cumplidos los 20, no tiene muchas oportunidades en un equipo dirigido por el Cuco Ziganda y en el que destaca Asier Vilabrille, ahora en el primer equipo. La temporada 2017-2018 es otra cosa. Gaizka Garitano coge el filial rojiblanco y confía en Iñigo. El delantero hace 10 goles y un año más tarde repite la misma marca y se hace un hueco en el futuro del Athletic. De nuevo Ziganda le da la mano y es fácil ver al Mago de Derio entrenando con el primer equipo y yendo convocado en alguna ocasión, pero sin llegar a debutar con los de San Mamés. A base de goles y asistencias se ha abierto ahora las puertas del once en el Mirandés y esta tarde frente al Sporting podría saltar de inicio con los de Iraola.