La euforia de los héroes de Elda: "Ahora queda lo bueno"

Roque y Yáñez celebran el triunfo que permite al sportinguismo soñar con el ascenso: "Esta afición es única"

Yáñez y Rosas, con la Mareona

Yáñez y Rosas, con la Mareona / Ángel González

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

La euforia se convirtió en un estado de ánimo generalizado en cada uno de los jugadores y miembros de cuerpo técnico del Sporting mientras desfilaban por las entrañas del Nuevo Pepico Amat, donde la fiesta fue enorme. Primero, en el mismo verde. Después, en los vestuarios. Y, por último, en las horas posteriores, con el vuelo charter. 

Uno de los más felices –de largo– al salir del campo del Eldense era Roque Mesa, autor del gol que ha cambiado la historia del segundo proyecto deportivo de Orlegi Sports. «Estoy contento y feliz. Ahora queda lo mejor», reconoció el medio canario que entró al descanso por Nacho Martín y que cambió el devenir del encuentro y de la temporada con cuarenta y cinco minutos de mucho nivel, además del gol. «He salido a divertirme», reflejó. 

Roque admitió que cuando piso el verde del Pepico Amat conocía lo que estaba sucediendo en Villarreal y Eibar. «Al final es inevitable. Cuando salí al campo sabía cómo iban los resultados». El veterano jugador dio aún más valor a la victoria por el esfuerzo del conjunto de Fernando Estévez, que busco arañar al menos un punto hasta el último suspiro de partido. «Se ha sufrido», dijo, «pero sabemos cómo es esta categoría. El Eldense no se jugaba nada, pero ha competido y ha jugado bien», añadió. 

Roque, que ya conoce el camino al ascenso a Primera División a través de la vía larga de las eliminatorias, destacó la calidad del Espanyol, «un gran equipo». Y mandó un aviso para navegantes para que todo el grupo esté concienciado de la dificultad del desafío que se viene encima con dos eliminatorias muy duras frente a dos clubes que serán seguro hueso de la categoría: «Se lo he dicho a mis compañeros, el play-off es diferente a la competición», zanjó.

Rubén Yáñez, otro de los héroes de la agónica victoria del Sporting en Elda, dedicó ayer su parada –la que le sacó a Soberón y que dio la victoria, crucial para que el proyecto siga vivo por el sueño de ascender– a La Mareona. «Esta afición es única en España. Es espectacular, lo que mueve. Hemos tenido malos momentos, pero no han bajado los brazos», afirmó ayer el meta catalán, que relativizó la dimensión de su mano y aludió la reacción al «trabajo de toda la temporada». «Lo practicamos en distintas ocasiones». 

Yáñez, como Roque Mesa, también reconoció ser consciente de parte de lo que iba sucediendo en los otros campos por la reacción de La Mareona, que cantó los cuatro goles del Eibar, y también el del Villarreal B. «Obviamente lo escuchas, pero en el último momento no era consciente». 

Más allá de lo que pasaba en otros estadios, el arquero catalán insistió en varias ocasiones que los jugadores no perdieron el foco, porque estaban obligados primero a hacer su trabajo si querían tener opciones: «Lo único que sabía era que si no ganábamos no íbamos a tener opciones». Aunque la tensión se palpó en todo momentos, Yáñez defendió que el equipo no estuvo «nervioso». «En todo momento el equipo ha tenido el partido controlado». E insistió en el mensaje que ya manda el vestuario: el play-off será «muy difícil»