La genial anécdota de Benito Floro con la que se inició el boom de Rubén Albés: "Mi hijo fue el primero en hablar de él"

"Es un entrenador trabajador, serio y con genio; sabe lo que quiere y no se deja manejar", subraya del gallego el exentrenador del Sporting

Benito Floro, junto a Rubén Albés.

Benito Floro, junto a Rubén Albés. / Albacete Balompié

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

"Es muy bueno, fíchalo". En 2012, a Benito Floro (Gijón, 1952) le aconsejaron incorporar a su cuerpo técnico a un joven que venía haciéndolo bien en el fútbol valenciano, concretamente en el Burjassot. Se trataba de Rubén Albés y el consejo venía de una persona de su total confianza. "Mi hijo Vicente fue el primero en hablarme de él", descubre a LA NUEVA ESPAÑA quien fuera también entrenador del Sporting. Floro estaba formando equipo de trabajo para incorporarse al Wydad de Casablanca, en Marruecos. Sumó a un entrenador (Albés ejerció como su segundo) y ganó a un amigo. "Me alegra mucho que haya fichado por el Sporting. Efectivamente es muy bueno. En todo", subraya Floro del nuevo técnico rojiblanco.

"Rubén es un chaval fenomenal. Lo quiero muchísimo. Tiene las narices bien puestas", dice Benito Floro, afincado en Cullera, de quien considera uno de sus hijos futbolísticos. Ha pasado más de una década desde que sus caminos se cruzaron. El tiempo ha contribuido a estrechar los vínculos. Desde que ambos coincidieran en Marruecos, el que fuera entrenador del Sporting en la campaña 1996-97 ha sido uno de los apoyos de Albés. "Cuando estuvimos en el Wydad la experiencia fue muy buena. No era fácil. Allí me mostró que tiene un gran pensamiento de fútbol. Sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Es muy valiente", remarca sobre el nuevo encargado de tomar las riendas del primer equipo rojiblanco.

Tal es la confianza de Floro en Albés, que no dudó en dar la cara por él cuando tuvo una llamada desde Albacete hace un par de años. Leyenda y cerebro del histórico queso mecánico, el club manchego descolgó el teléfono para preguntar a Benito si debían fichar a un entrenador que, hasta entonces, venía de salvar al Lugo en Segunda División. A Víctor Varela, vicepresidente y consejero delegado, se le disiparon todas las dudas. "Hacía poco que había vuelto de mi etapa en la selección de Canadá y hablamos. Le dije que era un entrenador extraordinario, trabajador, duro… Le gusta la seriedad. Al Albacete le dije que lo contrataran sin dudarlo. A mí no me falló nunca", sentencia Floro. Dicho y hecho. Con él, el "Alba" disputó el play-off de ascenso y se convirtió en la revelación de la categoría. Albés fue elegido el mejor entrenador de Segunda durante aquella 2022-23. En apenas una década, aquel joven que había entrado al mercado laboral ganándose la vida como comercial telefónico mientras peleaba por el sueño de hacerse un nombre en el fútbol, era ya un entrenador

Floro, que algo sabía de que el Sporting llevaba tiempo intentando la contratación del vigués, comparte abiertamente su satisfacción por verle la próxima campaña al frente del banquillo de El Molinón. "Cuando lo destituyeron en el Albacete no me sentó nada bien. Es una gran noticia verle ahora en el Sporting. Se ha serenado, es una persona sensata y además habla muy bien, Pero ojo, también tiene genio, ¡eh! Sabe lo que quiere y no se deja manejar", prosigue. Ahora quiere felicitarle más en cerca, sobre el terreno, en Gijón. "Estoy programando un viaje para ir a verle, para estar con él allí y también para darle un abrazo a sus padres. Espero estar por Asturias en unas semanas para verle trabajar y charlar un rato", concluye Floro, el padrino de Rubén Albés en Albacete, y un avalista más para su recién estrenada etapa en el Sporting.

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