Curbelo, un ingeniero para el Sporting: de la anécdota de las palmeras, al año más duro en lo anímico

"Es rapidísimo y se puede adaptar al lateral derecho", dice Pepe Mel del central elegido por el conjunto gijonés, un apasionado de la robótica

Eric Curbelo, en la Biblioteca Insular de Gran Canaria. | La Provincia / Juan Carlos Castro

Eric Curbelo, en la Biblioteca Insular de Gran Canaria. | La Provincia / Juan Carlos Castro

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Cuentan de Eric Curbelo de la Fe (Santa Brígida, Gran Canaria, 1994) que es uno de esos futbolistas de club, discreto y trabajador, ejemplo para el resto de sus compañeros. Al central elegido por el Sporting para apuntalar la zaga le ha costado decir adiós a la Unión Deportiva Las Palmas, el club donde se formó y cumplió el sueño de ser futbolista profesional. El mismo de donde viene de vivir un año especialmente duro, el más duro de su carrera, por varios motivos. El que fuera capitán amarillo pretende dejar atrás todo eso en Gijón, donde a falta de oficialidad firmará por las próximas dos temporadas, con opción a una tercera. Velocidad y regularidad son dos de los puntos fuertes de su fútbol.

"Es un chaval muy responsable, muy serio y fantástico como persona", afirma Pepe Mel, en conversación con LA NUEVA ESPAÑA, sobre Curbelo. Él fue el entrenador que más minutos le dio en la Unión Deportiva Las Palmas y no duda en aplaudir el movimiento del Sporting para reforzar la defensa. "Es un central muy, muy rápido, rapidísimo. Una característica muy importante en el fútbol actual. Es una buena apuesta. Es uno de esos futbolistas que quizá no llegue al diez muchas veces, pero siempre te da una buena nota en los partidos", continúa Pepe Mel.

Curbelo debutó de amarillo en 2019, con el exentrenador y exjugador rojiblanco Paco Herrera en el banquillo. Fue una de las soluciones a la sangría de goles del equipo en un momento de la temporada en el que se habían recibido trece goles en cinco jornadas. Su irrupción ayudó a estabilizar el rumbo, aunque aquella crisis terminó por llevarse por delante a Paco Herrera.

Le sucedió Pepe Mel, con quien el de Santa Brígida se convirtió en un fijo. "Curbelo y diez más", llegó a pronunciar entonces el técnico, quien destacó la energía de Curbelo mediante una anécdota que quedó para el recuerdo. "Está en forma, será por las palmeras de chocolate de Santa Brígida. Están llenas de proteínas", bromeó entonces por uno de los dulces de la localidad que vio nacer al que se convertirá en breve en nuevo jugador del Sporting. "Además de central, puede adaptarse a la posición de lateral derecho, pero ahí está menos cómodo. Va bien de cabeza en el balón parado y tiene una salida de balón aseada, aunque no es la mejor de sus virtudes. De ser así probablemente seguiría jugando en Primera con Las Palmas", detalla Mel sobre quien sumó 159 partidos con los de amarillo, dos de ellos en Primera División, donde la pasada temporada no contó en ningún momento para García Pimienta.

El pasado verano rechazó salir al Espanyol para vivir lo que tanto había peleado desde su estreno: jugar en la máxima categoría tras vivir un ascenso en el que ejerció como uno de los futbolistas importantes en el vestuario. De la ilusión al inicio de un bache deportivo y personal. Solo jugó ante el Madrid en la primera vuelta, y en la última jornada de Liga, participando durante los últimos minutos del encuentro en casa ante el Alavés. Un papel residual que le minó en lo anímico en el que era su último año de contrato. El club le presentó una oferta de renovación a la baja que le hizo ya pensar en un futuro lejos de Gran Canaria.

Ser importante en un club que busque el ascenso es ahora una de las principales motivaciones de Eric Curbelo, quien ha aprovechado las vacaciones para salir de la isla, cruzar el charco y encarrilar otro fichaje, el de su futuro matrimonio. Ordenado y comprometido, como ha demostrado en las conversaciones mantenidas con el Sporting, mucho de ese futbolista cerebral y dedicado se plasma también en su otra faceta, la de su pasión por la robótica. Se encuentra ultimando sus estudios de ingeniería, algo que compagina con una carrera deportiva teñida este verano por el rojiblanco.

"Miro al futuro con ganas de demostrar"

"Miro al futuro con ilusión, con ganas de sumar nuevos retos y demostrar todo lo que llevo dentro". Eric Curbelo se despidió ayer de la afición de la Unión Deportiva Las Palmas a través de una carta compartida en su perfil personal en redes sociales. "Después de unas semanas asimilando que el final ha llegado, me siento con fuerzas para escribir estas difíciles palabras… Me voy sin querer irme", escribió el grancanario. Curbelo quiso dejar claro que es un adiós "con un sabor agridulce, con la tristeza de no haber podido demostrar que no solo tenía nivel para ascender, sino también para jugar en Primera División, pero con la conciencia tranquila de haberlo intentado todo día tras día. No es fácil desaparecer sin saber muy bien por qué".

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