Djuka, rumbo a Guadalajara para firmar tres años por el Atlas, poniendo fin a seis en el Sporting

El capitán solo tiene pendiente solventar el visado para su familia para cerrar su marcha

Djuka, en su último partido con el Sporting, en el Stage Front Stadium de Barcelona.

Djuka, en su último partido con el Sporting, en el Stage Front Stadium de Barcelona. / Juan Plaza

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

La era de Djuka en el Sporting –6 temporadas, 232 partidos y 66 goles–, apunta a terminar en cuestión de días. Sin escala de grises, Djurdjevic, que llegó a Mareo en agosto de 2019 en una apuesta del entonces director deportivo, Miguel Torrecilla, ha tenido momentos para el recuerdo y también alguna sombra, la mayoría en el ocaso de esta intensa relación. En cualquier caso, siempre muy querido por la afición y valorado por sus compañeros, que lo nombraron como uno de los capitanes en el último curso pese a su timidez. Estandarte en la agónica salvación de la temporada 2021-2022 con 14 goles, fundamental también en la 20202-2021 con 22 tantos que invitaron a soñar con el play-off, pero a la vez con dos últimos cursos complejos, marcados por la irregularidad.

Por lo pronto, el delantero y su agente, Darko Ristic, su persona de confianza, vuelan mañana a México para zanjar por escrito el acuerdo con el Atlas por tres temporadas (2027), y que dará paso a la llegada a Mareo de Jordy Caicedo, en una operación avanzada por LA NUEVA ESPAÑA. Antes, en cuestión de horas, tiene previsto resolver un tema burocrático para conseguir el visado para su familia, que le acompañará en esta nueva aventura. Flecos en cualquier caso antes de zanjar al cien por cien el acuerdo con el Atlas, uno de los tres clubes de Orlegi Sports. Si nada se tuerce, Djuka cerrará a final de esta semana o a más tardar a comienzos de la siguiente su acuerdo con el club de Guadalajara.

La decisión ha sido muy compleja de tomar para el delantero balcánico. Enamorado de Gijón, arraigado en la ciudad y a su entorno, feliz en el club, y con un sentimiento innegable sportinguista, Djuka tenía en principio la intención de cumplir su contrato como rojiblanco, que expiraba en 2027. Pero se han dado unos condicionantes muy concretos que le han empujado a salir y a valorar la salida al Atlas, que ya estuvo sobre la mesa el pasado verano.

Para empezar, la necesidad que tiene la entidad rojiblanca de liberar su ficha para ganar espacio financiero para acometer fichajes, como el de Juan Otero, que es una de las apuestas más fuertes del nuevo proyecto.

Para seguir, la percepción de que ya no le quieren o que al menos no se le valora como antaño: la dirección de Orlegi Sports le ha puesto sobre la mesa un jugoso contrato económico, más alto que el actual en el Sporting, pero si fuera por él habría abogado por continuar en el club rojiblanco, donde también tiene amarrados tres años de vinculación con unas cifras importantes para la categoría. No es solo una cuestión de dinero, señalan fuentes consultadas, sino de otros intangibles.

Djuka no quiere ser un estorbo para el club, ni romper su vínculo emocional con la afición, y siente que desde determinados entornos le apremian para que rescinda su contrato con el Sporting cuanto antes, algo que lleva sufriendo unos cuantos meses. Mientras que también percibe que desde el club rojiblanco no le han hecho en ningún momento partícipe del proyecto de Rubén Albés –de hecho ni ha aparecido ni se le espera por el comienzo de la pretemporada–, en el Atlas observa cómo sucede todo lo contrario: Germán Brunati, el director deportivo del club rojinegro, ha hecho mucha fuerza estas semanas para mostrarle confianza ciega en su potencial y está convencido que volverá a ser el delantero que pulverizó registros hace tres temporadas.

El club gijonés, en cualquier caso, aguarda a que se resuelva toda la burocracia y valora de forma muy positiva la etapa de Djurdjevic, al que se tiene aprecio, respeto y cariño. Se entiende que no es uno más, y por lo tanto se cuidarán –como se está haciendo– todos los detalles para que el adiós amable para todas las partes. En la entidad contaban con su presencia en Mareo esta semana. De momento y mientras no se dé oficial al acuerdo, no se podrán valorar con calma todas las opciones para brindarle un adiós a su altura, algo que se pretende hacer.

El Girondins de Pedro, en riesgo serio de descenso

El Girondins de Burdeos, club donde milita Pedro Díaz, podría descender a la Tercera División de Francia. La Direction Nationale du Contrôle de Gestion del país galo ha ordenado el descenso de categoría del histórico club francés por las deudas que acumula. El Girondins tiene hasta el 22 de julio para apelar la decisión, por lo que la pérdida de categoría no está en este momento confirmada al cien por cien. Además, distintas informaciones señalan que todavía tienen una última vida: la venta del club. Gerard López, propietario del club, negocia desde hace semanas con el fondo Fenway Sports Group, que también es propietario del Liverpool, y tiene suficiente músculo económico para asumir la deuda y rescatar al Girondins. En Mareo se permanece atento a todas las noticias porque el club rojiblanco tiene aún un 49% de la propiedad de Pedro Díaz. El medio ha completado una gran temporada con 7 goles y 5 asistencias, y goza de cartel en el mercado, por lo que sobre la mesa apunta a estar su venta. Si eso se confirma, prácticamente la mitad del negocio iría a parar a las arcas del Sporting. El club gijonés vendió el verano pasado al centrocampista por 2 millones de euros (por ese 51% de los derechos). Pero en Mareo deben pagar 2 millones de euros al Espanyol por no informar sobre sus negociaciones con el Girondins al tener el club catalán un derecho preferente para hacerse con el control del jugador, en una información avanzada por este periódico. En el Sporting negocian con el Espanyol fórmulas para hacer frente a esos pagos de forma fraccionada.

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