En la cueva de Soba

Encuentran ilesos a los dos espeleólogos que se habían perdido en una cueva en Cantabria

Las dos personas han sido localizadas vivas e ilesas en un tramo del complejo de cavidades al que accedieron el sábado

Encuentran ilesos a los dos espeleólogos que se habían perdido en una cueva en Cantabria

María González Falcó

Mariola Riera / Agencias

Los dos espeleólogos a los que se buscaba en una cueva en Soba (Cantabria) fueron localizados ilesos este lunes por la tarde en el interior del complejo de cavidades a las que accedieron el sábado. Ambos salieron por su propio pie junto a los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (Greim), entre los que figuraban varios asturianos del Sereim –sección de montaña– con base en Cangas de Onís y con el teniente Pablo Villabrille al frente.

Los espeleólogos son Alfonso Urrutia, de 40 años y natural de Salamanca, y su pareja Paloma Bombín, una profesora vallisoletana de 38 años. Ambos fueron localizados a las 17.50 horas en una de las cavidades ciegas en la denominada Sima del Sombrero.

Los equipos de rescate de Cantabria no localizan a los dos espeleólogos en la ruta marcada

Encuentran ilesos a los dos espeleólogos desaparecidos en la cueva en Soba. / EFE

Los dos espeleólogos, veteranos y expertos en tal práctica, se desorientaron en el interior de la cueva y se detuvieron a la espera de la llegada de los servicios de emergencias, según ellos mismos explicaron al salir a la superficie después de dos días atrapados.

Alfonso Urrutia quiso atender a los allí congregados y explicó que los dos se encuentran bien. Aseguró que no pasaron miedo, a pesar de no tener noción de las horas que habían pasado en el interior de la cueva. Explicó a los periodistas que se acercaron a la entrada de la cueva, de difícil acceso, que tenían agua y estaban preparados. Argumentó que al volver se despistaron al no encontrar el camino y prefirieron detenerse a esperar a los rescatadores

Con «alegría» y «alivio» porque se «habían agotado todas las zonas de búsqueda» celebró el teniente de la Guardia Civil Pablo Villabrille el fin de la búsqueda. El asturiano fue el encargado de anunciar la buena noticia y describir el proceso hasta lograr llevar a la superficie a los espeleólogos.

Los dos accedieron al complejo de cuevas de Soba, denominado Garmaciega, el pasado sábado y, al tener previsto salir el domingo y no aparecer, se inició el operativo de rescate por la cavidad que iban a recorrer, que tiene unos 20 kilómetros, aunque forma parte de un conjunto de cuevas de 100 kilómetros. «Ellos están únicamente siendo acompañados, saliendo por su propio pie», describió Villabrille poco antes de la llegada a Urrutia y Bombín. El jefe del Greim en Cangas de Onís entiende que lo les ocurrió fuese que se desorientaran al salir al exterior y, al no tener fuerzas para regresar al punto de inicio o por falta de luz, establecieran un vivac para esperar a que llegaran los rescatadores.

Imagen de uno de los espeleólogos rescatados en Cantabria.

Imagen de uno de los espeleólogos rescatados en Cantabria. / EFE

«Con oscuridad total no se pueden mover a ningún lado, no es una cuestión de protocolo, no se ven capaces de hacer nada y no les queda más remedio que sentarse y esperar», describe el guardia civil. El jefe del Puesto Avanzado del 112, Santiago López, explicó los dos no necesitaron asistencia sanitaria, si bien estaba previsto que se revisase su estado físico después de 48 horas en la cueva. Estos dos espeleólogos se inscribieron en una actividad ofrecida por una empresa que proporcionó el equipo necesario para realizar la travesía de manera autónoma, una expedición que comenzó el sábado a mediodía y de la que no tenía conocimiento el servicio de emergencias 112.