La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CON VISTAS AL NARANCO

Treinta años del "Eulogio" del Horizonte

La visión desde Oviedo de un símbolo de Gijón que cumple tres décadas

"Un día soñé una utopía: encontrar un espacio donde pudieran descansar mis esculturas y la gente caminara entre ellas como por un bosque". Chillida/Leku

Han pasado 30 años y me alegra que Gijón celebre y una a su simbología deportiva y ciudadana la gran obra de Chillida. En aquellas calendas, el "Elogio" era conocido en deformación playa como el "Eulogio". Y bueno es que un cambio fonético tan bufo no se incorpore a fijación lingüística como algunos hacen, v.g. con Uviéu y otras demasías.

Estuve con la familia Chillida en el Cerro de Santa Catalina en la inauguración, a la que asistió Antonio López, que me dijo: "Siento la misma quietud que ante un templo griego".

Por mi parte había escrito en este periódico y luego en "Oviedo al Fondo", publicado por Silverio Cañada, cuya editorial daba al Cerro: "Estuve con Eduardo Chillida en 1983. Fue un almuerzo muy grato, en el que trabé también conocimiento de Plácido Arango y Cristóbal Halfter. En la sobremesa inicié el tema Luis Fernández y los pasos dados para recuperar al más renombrado de nuestros artistas. Poco antes, Bernardo Fernández y yo, consejeros del Principado, habíamos visitado el Centro Pompidou de París y encargado a Alberto Fernández la localización de varios cuadros que se compraron para el museo". Por cierto, hogaño nuestro museo exhibe una magnífica muestra de Orlando Pelayo.

Chillida, que había tratado al pintor ovetense y le consideraba de primerísima fila, me animó mucho (...). Menudo triste lío tuvieron después los Chillida Belzunce para ser comprendidos con el donostiarra "Chillida Leku" en su propio terruño.

Al arquitecto Paco Pol le debemos mucho, no solo por el Chillida de Gijón, que se reconoce estos días, sino por sus aportaciones urbanistas a Oviedo, su ciudad. Por cierto, a su iniciativa mi última firma como alcalde fue simbólicamente el contrato de una estatua del gran Antonio López, que ha entrado en el Moma neoyorquiino pero sigue sin verse en este Oviedo.

Hace ya... ¡treinta años del Cerro / Chillida!

Compartir el artículo

stats