La desconcertante petición que una comensal de First dates le hace a Carlos Sobera: "Se tiene que depilar los..."

El presentador no puede disimular su sorpresa

Carlos Sobera

Carlos Sobera

F. L.

Los comensales que se atreven a sentarse a cenar cada noche en una de las mesas del restaurante de First Dates siempre acaban protagonizando algún momento que no tarda en incendiar las redes. Y esto pasa desde que el formato aterrizó en la televisión en España.

"First Dates" llegó batiendo récords de audiencia y con una idea tan sorprendente como innovadora: presentar un espacio de citas en el que los espectadores podrían disfrutar de todos los detalles de los participantes. Su origen, sin embargo, se remonta al año 2013 en el Reino Unido. No sería hasta el 17 de abril de 2016 cuando, de la mano del veterano presentador vasco Carlos Sobera, llegaría por primera vez a nuestras pantallas. Desde entonces nos ha ofrecido, diariamente -de lunes a viernes a partir de las 21:05-, infinidad de personas que se enfrentan a un claro desafío: acudir a una cita "a ciegas" (pues, hasta el momento en el que llegan al plató desconocen la identidad de la persona con la que compartirán mesa) con la esperanza de encontrar, de una vez por todas, el amor.

De esta forma, el éxito del espacio es innegable; las causas, más que evidentes: frecuentes escenas cómicas, presencia de famosos, disparidad de gustos entre los comensales o, como afirman con orgullo desde el propio programa, la posibilidad de que pueda participar cualquier persona con independencia de raza, edad o sexualidad. Ocurre lo mismo con las personas que tienen algún tipo de discapacidad. En "First Dates" hay sitio para todo el mundo.

Como se puede ver a lo largo de sus programas, los participantes acuden, normalmente, con nervios ante la persona que se van a encontrar. Tanto es así, que se han presenciado escenas en las que, al ver el emparejamiento que se les había asignado desde la dirección del programa, algunos comensales han confesado ante la cámara, sin tapujos, la mala impresión -bien física, bien ideológica- que la otra persona les ha causado.

No obstante, no siempre la risa, el drama y la sorpresa van por delante. Muchos de los que forman parte de su historia han encontrado a su media naranja durante las grabaciones, de forma que, en su última cita pública -pues, aquellos que superen un primer encuentro pueden acudir a otros posteriores-, afirman ante los espectadores su intención por seguir adelante con la relación.

Pero no siempre los comensales encuentran en el programa lo que están buscado, sin embargo, antes de sentarse a cenar, Carlos Sobera escucha atentamente los requisitos que los invitados esperan que cumplan sus citas para así tener más posibilidades de tener un segundo encuentro.

En esta primera toma de contacto entre comensal y presentador se suelen dar todo tipo de situaciones que en más de una ocasión han puesto a Carlos Sobera en un aprieto. Es el caso de una de las últimas invitadas al programa, quien no tardó en decirle al presentador qué requisito imprescindible debía cumplir su cita, dejando al de Barakaldo de una pieza.

Petición inesperada

Con las cosas muy claras llegó una de las comensales a First Dates. Nada más entrar en el restaurante del amor, Carlos Sobera le preguntó a la invitada qué tenía que tener un chico para conquistarla y la joven no se lo pensó dos veces y soltó una espontánea respuesta que dejó a cudadros al presentador.

"Tiene que ser limpio y sobre todo, en el momento de la intimidad tiene que tener los huevos depilados", exclamó la joven ante la sorpresa de Carlos sobera.