Entrevista | Julia Martínez-Lombó Doctora en Arte y Musicología

"Un festival ya no son solo conciertos"

Julia Martínez-Lombó, segunda por la derecha, en un festival rock hace unos días.

Julia Martínez-Lombó, segunda por la derecha, en un festival rock hace unos días. / Jorge J. Novales

A. Rubiera

A. Rubiera

Julia Martínez-Lombó es doctora en arte y musicología, investigadora y coordinadora del Anuario de la Música en Asturias (AMAS). Sabe bien que este va a ser otro verano de festivales.

–Sin duda son los años de los festivales, ¿no?

–Siempre los ha habido, aunque lo cierto es que se han impulsado mucho estos últimos años. Como en todo momento, unos nacen y otros desaparecen. Lo más destacado es el impacto que están teniendo en todas las escenas. En Asturias los hay de rock-heavy, folk, pop, indie, de música urbana, electrónica… No hay género ni escena que no tenga su representación festivalera en el verano. Además, contamos con grandes festivales que congregan un numerosísimo público, como el Aquasella, Booombastic, Tsunami o Metrópoli, y otros que cuentan con fieles que acuden cada año desde toda la comunidad y que vienen al Principado llamados por el propio acontecimiento. Si tenemos en mente el concepto tradicional hablamos de más de una veintena de festivales sólo durante el verano.

–¿Por qué han calado tan bien?

–Igual un sociólogo pueda tener una respuesta más certera. Yo creo que vemos los festivales como el punto de reunión con aquellos que no ves habitualmente, ya sea porque están lejos o por otras razones. Al final a una sala de conciertos no acude tanta gente en según qué escenas y los festivales son la opción que reúne bandas y amigos. Las grandes bandas son el reclamo para acudir y al rededor de ellas giran otras más o menos pequeñas, más o menos "nuevas", que se dan a conocer y se abren camino. Además, alrededor de la música hay muchas opciones de ocio y diversión que acaban de configurar el evento. No solo barras, "foodtrucks" o acampadas; sino talleres, presentaciones, firmas… Hasta "pseudo capillas" nupciales. Todo acompañado de sesiones vermut, fiestas de presentación, etc.. Al final el festival es todo lo que sucede en su entorno.

–Se empezó "indie" y ya no hay estilo sin festival.

–No sabría decir si en Asturias fue exactamente así, ya que los festivales rock tienen un calado profundo y ya hace 40 años, en la Asociación Unirock por ejemplo, podríamos tener algunos de los primeros referentes. Por otra parte, en la escena folk lo que hoy entendemos como festivales podrían ser las noches celtas de antes. Igual ha sido solo un cambio de denominación.

–Se venden entradas de los festivales incluso antes de que se sepa quién va a actuar.

–Lo comentaba antes. Un festival ya no son sólo los conciertos, si es que en realidad alguna vez lo fue. Es un punto de encuentro, de socializar. Muchas veces se intenta emplear el festival como motor económico, como reclamo turístico para la localidad. Se vende el festival y no las bandas que participan. Cada festival vende su propia seña de identidad, que los que llevan ya un bagaje han ido adquiriendo y saben que esto les identifica con el público asistente más allá de las bandas que configuren el cartel cada año.

Suscríbete para seguir leyendo