Adiós a las etiquetas: la pasta que debes echar para eliminar todo rastro

Esto es lo que debes hacer

Botes de cristal

Botes de cristal / Freepik

Nunca está de más reciclar los botes que tenemos por casa para darles una segunda vida. Cuando abrimos cualquier envoltorio de plástico, su contenido tiene los días contados a no ser que lo pongamos a buen recaudo. Por eso, lo mejor será contar con un espacio habilitado para guardar envases que quizás en algún momento puedan sacarnos de un apuro.

El secreto no siempre está en los táperes que se comercializan en el mercado. Un envase de cristal bien limpio puede servirnos para, por ejemplo, guardar los encurtidos abiertos que originalmente venían en un bote de hojalata. Sin embargo, una etiqueta incorrecta puede jugarnos una mala pasada y confundirnos en cuanto al contenido.

Además, los hay quienes son bastante maniáticos con el aspecto de los productos que llenan el armario. Aunque parezca una tontería, una disposición limpia y correcta puede contribuir a reducir ese ruido visual que se produce de manera tan común en cualquier estancia de la casa. Por eso, aquí te dejamos un truco para quitarte otro problema de encima y eliminar a la perfección el etiquetado, sin dejar un solo rastro de pegamento.

Una pasta de éxito

Para preparar esta fórmula casera necesitas tan solo dos ingredientes: aceite de oliva y bicarbonato. El segundo de estos ingredientes se ha convertido en un clásico de los trucos caseros de limpieza, además de ser un aliado ideal en nuestra alimentación. Por eso, es recomendable que cuentes con uno en casa.

Mezcla ambos ingredientes a partes iguales en un plato y remueve hasta crear una especie de pasta líquida que se vaya espesando a medida que remocamos. Una vez la tengas preparada, échala por encima de la etiqueta y déjala actuar por quince minutos. Una vez haya pasado este tiempo, prueba a sacarla con los dedos y descubrirás la facilidad con la que sale de una sola vez.

Por último, dale una pasada con agua y jabón a todo el envase para eliminar todos los restos de la etiqueta o de los alimentos que antes contenía y lo tendrás listo para usarlo. Estos envases de cristal son una alternativa ideal para desechar cualquier envoltorio de plástico en el que usualmente vienen los alimentos contenidos para quitárnoslos de encima y garantizar que su contenido se conserve mucho mejor en el frigorífico. Debes tener en cuenta que una vez abrimos un envase de plástico por norma general su capacidad de conservar el producto disminuye bastante. Si no quieres usar otro envase de mayor duración, puedes probar a envolverlo con papel transparente para aislarlo y mantener a raya los elementos externos.