En el siglo XXI todas las cosas cotidianas que considerábamos inamovibles han cambiado. La mayoría de las relaciones se tejen y refuerzan a través de las redes sociales, la información se obtiene en unos segundos gracias a Internet y la materialidad tiene cada vez menos cabida en comparación con la nube. Son nuevas cuestiones que mantienen al mundo dividido. Los hay que nacieron con un ‘smarthpone’ bajo el brazo y no tienen ningún tipo de dificultad aunque, por otro lado, están a los que las nuevas tecnologías les han pillado de sorpresa y les cuesta adaptarse. Para ellos, los métodos clásicos siguen en funcionamiento, pese a que algunos de ellos comiencen a desaparecer.

El gesto de pago en efectivo es sujeto continuamente de noticias, titulares y debates. Y es que parece que cada vez es más complicado encontrar a alguien que para pagar haga el amago de sacar incluso la cartera. En el móvil lo tenemos todo, hasta la tarjeta. Si se te olvida la tarjeta en casa -problemas de documentación aparte- ya no existe excusa para pagar la parte que corresponde de la cuenta. Y si por algún casual prefieres que otro haga el pago por ti, no hay problema: Bizum te lo soluciona.