A partir de los cincuenta años cuesta más mantener el peso estable, en especial a la mujeres, dado que el metabolismo cambia y con la menopausia y sus revoluciones hormonales el cuerpo se modifica y cada vez resulta más complicado adelgazar. Cuando la menopausia aparece, disminuye la producción de la hormona tiroidea y esto hace que el metabolismo sea más lento. Por eso, para no ganar kilos de más, y gozar de una buena salud, sabemos que hacer deporte es vital para cuidarse tanto por dentro como por fuera. Y complementarlo con una alimentación saludable es igual de importante o más para lograrlo. Aunque, eso sí, no todas las dietas son igual de efectivas o sirven para todo el mundo; puesto que cada persona es influenciada en su peso por diferentes factores. Lo recomendado, por expertos de la salud, es personalizarla a las propias necesidades de cada uno y, si fuera posible, guiada y controlada por un profesional de la nutrición.