Son ideales para comer a finales de primavera y principios de verano, lo que las convierte en la fruta por excelencia de las estaciones en las que reina el buen tiempo. Contienen numerosas vitaminas y minerales, sin embargo, no todo iba a ser de color rosa, también se encuentra la parte negativa, y es que no son tan buenas para nuestro organismo como pensamos. Hablamos de las cerezas y a continuación te explicamos los motivos por los cuales deberías dejar de consumirlas tanto.

Si eres un enfermo de las cerezas, te gusta llevarlas a la playa, a la piscina o al campo cuando vas de senderismo, has de tener en cuenta no solo su parte positiva, incluido el sabor y otras propiedades, sino también que esta fruta puede tener unos efectos no tan deseados por todo el mundo,

Lo cierto es que, llegado el calor, a quién no se le hacen irresistibles unas carnosas cerezas, de esas cuyo brillante color y redonda forma directamente te están diciendo "cómeme". Sin embargo, no es bueno caer en el exceso y pegarse atracones de esta fruta.