Franganillo: "La carga sentimental de les fabes es poderosa, son más que un alimento"

La gastronomía tiene un componente cultural muy profundo. Es una expresión de identidad y, sobre todo, una conexión con las raíces. Especialmente para aquellos que en algún momento de su vida dejan atrás su tierra y encuentran sentados a la mesa una receta de buenos recuerdos. En Asturias esa "carga sentimental poderosa" la representa la faba. "Para los que hemos hecho una parte de nuestras vidas fuera de Asturias es mucho más que un alimento", aseguró ayer el periodista Carlos Franganillo, tras ser nombrado embajador de las jornadas gastronómicas de Villaviciosa.

En imágenes: Villaviciosa escribe otro gran capítulo de les fabes

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El periodista reconoció que lleva muchos años siendo, aunque no oficialmente, embajador de les fabes, pues "en el momento que uno sale de aquí trata de llevar consigo algo que le ayude a mantener un cierto anclaje con sus orígenes, con sus raíces, con lo que le hace sentir seguro...". En su caso es la fabada, que ha disfrutado allá donde su profesión lo ha llevado, desde Moscú hasta Estados Unidos.

"Siempre ha habido un momento para compartir una fabada con amigos", afirmó, primero en el Teatro Riera, donde tuvo lugar el capítulo de la Cofradía de Amigos de les Fabes y, después, en la apertura oficial de las jornadas en la plaza de abastos.

Además de reconocer a Franganillo como cofrade embajador, la Cofradía maliayesa entregó ayer el resto de sus distinciones anuales. La "Faba de oro" recayó en esta ocasión en CTIC Rural Tech, representado en la figura de su presidente, Roberto Paraja, quien resumió brevemente el importante trabajo que desde hace más de dos años el centro de investigación realiza en las parroquias de Peón y Candanal. "La tecnología no va a solucionar los problemas del campo, pero estos no se solucionarán sin la tecnología", defendió.

Para salvaguardar su futuro, la faba cuenta desde hace varios años con el respaldo de la Indicación Geográfica Protegida (IGP), cuyo consejo regulador fue impulsado por José Alejo Peláez, reconocido como cofrade de mérito. "La faba asturiana que antes se plantaba como complemento es hoy un cultivo único para muchos agricultores. Si les fabes son un orgullo patrio es gracias a personas como él", destacó Miguel González, miembro de la cofradía que dirigió el acto.

El momento más emotivo llegó con el homenaje a Ismael Fernández, impulsor de la cofradía y su secretario hasta hace dos meses. La entidad quiso agradecer su labor distinguiéndolo como "Secretario de honor". "Fueron diez años vividos como mucha intensidad", reconoció el maliayés, quien agradeció a los asistentes su cariño, tras un intenso aplauso.

La cofradía también nombró cofrade de honor al programa "La cocina de la TPA" e incorporó a nuevos miembros a sus filas. Como novedad se entregó por primera vez la "Faba de azabache", en colaboración con el Ayuntamiento, que se dará cada año a los ganadores del concurso de "La Mejor Fabada del Mundo", así como a personas o instituciones que hayan sido relevantes para el sector. Ayer la recibieron los que han sido ganadores de este evento hasta el momento.