El CTIC cumple veinte años "muy atento" al desarrollo de la inteligencia artificial

La fundación celebró en Peón (Villaviciosa) el "viaje de dos décadas" que se resume en un libro de Pablo Priesca, su primer director

Por la izquierda, Roberto Paraja, Pablo Priesca, Pablo Coca y el emprendedor tecnológico Andreu Veá, ayer, en Peón. | A. G.- O.

Por la izquierda, Roberto Paraja, Pablo Priesca, Pablo Coca y el emprendedor tecnológico Andreu Veá, ayer, en Peón. | A. G.- O.

La Fundación CTIC ha conseguido en tan solo dos décadas, gracias a su capacidad de adaptación y su evolución constante, convertirse en un referente tecnológico dentro y fuera de las fronteras españolas. "La inercia y el empuje que traemos de estos veinte años nos ha posicionado como referentes a nivel nacional en muchas de las tecnologías y ámbitos en los que trabajamos", resaltó su director, Pablo Coca, en la celebración del veinte aniversario de la entidad, que tuvo lugar ayer en sus instalaciones de Peón (Villaviciosa).

Por la derecha, el alcalde maliayés, Alejandro Vega, junto a Alejandro Calvo.

Por la derecha, el alcalde maliayés, Alejandro Vega, junto a Alejandro Calvo. / Alicia García-Ovies

La evolución a lo largo de estos veinte años del centro tecnológico ha sido drástica e intensa. "Comenzamos con la alfabetización, que era simplemente dotar a la gente que estaba en los pueblos de un punto de acceso a la tecnología, y hasta ahora, que estamos con todo el tema de la inteligencia artificial. Ha sido muy movido porque el sector nunca para, siempre esta evolucionando y nosotros somos un agente importante", resaltó el presidente, Roberto Paraja.

En aquellos inicios, recordó, "las nuevas tecnologías estaban muy poco desarrolladas en Asturias. El CTIC lo fundamos siete empresas que no nos conocíamos ni entre nosotras". El incesante trabajo, la capacidad de evolucionar y de seguir el ritmo que marcaba el sector les permitió no solo convertirse en un referente en la región, sino hacerse un nombre en el ámbito internacional.

Entre los muchos hitos conseguidos destaca, sin duda, la apertura hace apenas dos años del centro tecnológico de Peón, desde donde crean soluciones tecnológicas para el territorio. "Fue un revulsivo tremendo. El medio rural es un problema sistémico, con multitud de variables que influyen, y o haces soluciones globales o esto no funciona. Aquí desarrollamos modelos de intervención territorial a escala 1-1, donde la innovación tecnológica es muy relevante y la colaboración vecinal absolutamente fundamental", explicó Pablo Priesca, director de la fundación entre 2003 y 2023.

¿Pero cuál es ahora el camino a seguir? "En materia de tecnología no podemos hacer grandes proyecciones. Lo que intuimos es que la inteligencia artificial va a tener un recorrido y una proyección en los próximos años que va a cambiar las reglas del juego. La tecnología es incierta y a lo que tenemos que estar es muy atentos es a esos movimientos y tener flexibilidad. Pero lo que es fijo es el compromiso con el territorio. La tecnología es un medio para lograr generar riqueza haciendo empresas más competitivas y desarrollando territorios más ricos", adelantó Coca.

En todo este proceso fue fundamental la capacidad de adaptación de los cerca de 600 trabajadores que a lo largo de estos años han pasado por el CTIC. Como recordaron ayer, para muchos su paso por el centro tecnológico fue su primera experiencia laboral y gracias a ella lograron llegar a empresas de Estados Unidos (EE UU), Francia o Inglaterra. "Hemos estado en el nacimiento de multitud de tecnologías y hemos trabajado en un cambio exponencial permanente", insistió Priesca, que acaba de publicar un libro titulado "El viaje de CTIC, 20 años construyendo el futuro". La publicación fue presentada ayer durante el acto.

La celebración del aniversario contó con la presencia de más de 200 personas, entre autoridades, patronos, colaboradores y vecinos de la zona. Entre ellos estuvieron el consejero de Fomento, Alejandro Calvo, y el profesor Pedro Sebastião Teta, exviceministro de Ciencia y Tecnología de Angola.