Ramón y Belarmina, "Paisanos del año", ejemplares en Argüeru

"El mayor reconocimiento es tener una familia como la que tenemos", destacan los premiados de la parroquia maliayesa

Ramón Fernández y Belarmina Tuero, en su casa de Argüeru. En el recuadro, su retrato de boda.

Ramón Fernández y Belarmina Tuero, en su casa de Argüeru. En el recuadro, su retrato de boda. / LNE

Sergio Martín

Argüeru, en Villaviciosa, se prepara para celebrar sus tradicionales fiestas de San Mamés entre el 8 y el 11 de agosto. Este año, un evento especial marcará la ocasión: el reconocimiento a los "Paisano y Paisana del año", un honor que recaerá en un matrimonio muy querido por todos los vecinos, el formado por Ramón Fernández y Belarmina Tuero.

Ramón Fernández, conocido cariñosamente como "el Pixín", apodo que heredó del segundo marido de su madre (su padre murió en la Guerra Civil), nació el 23 de diciembre de 1932 en Quintueles. Años después se mudó con su familia a Villaverde, donde nació su hermana Mari. Allí asistió a la escuela y ayudó a su familia en las tareas del campo hasta que se casó.

Belarmina Tuero nació el 6 de junio de 1942 en Argüeru, en la misma casa donde viven actualmente. Ella fue la penúltima de seis hermanos (un hombre y cinco mujeres), y también asistió a la escuela en el mismo pueblo. Su vida, como la de Ramón, estuvo marcada por el trabajo y el compromiso con la familia.

La pareja contrajo matrimonio el 7 de mayo de 1960 en la iglesia de Argüeru. Juntos, tuvieron tres hijos: Juan, que falleció en un accidente de tráfico, Isaac y Miguel. Hoy, Ramón y Belarmina disfrutan de una amplia familia, con una nieta, seis nietos y dos bisnietos. Sobre el reconocimiento que recibirán durante las próximas fiestas, Tuero reconoce que "el mayor reconocimiento es tener una familia como la que tenemos después de haber trabajado toda una vida".

Ganado

El matrimonio siempre ha trabajado en cuestiones relacionadas con el campo, llegando a tener hasta 27 cabezas de ganado. Tuero, junto a su hermana Elida, quien vivió con ellos hasta su fallecimiento, se encargaba de las tareas del hogar y la ganadería. Él, por su parte, compaginó las tareas ganaderas con trabajos de peón en la Universidad Laboral de Gijón y, tras el servicio militar, formando parte de diversas cuadrillas de albañiles. Al mismo tiempo que se dedicaba a la construcción y al campo, Fernández también trabajó como maderista. "En aquella época era habitual que algunos de los maderistas que nos contrataban no cotizaran a la Seguridad Social, con los consiguientes problemas que ello implicaba a nivel personal y familiar", explica.

El compromiso con la comunidad se evidencia en sus acciones desinteresadas. Durante muchos años, Fernández se encargó del mantenimiento de la bajada a la playa de Merón y de limpiar cunetas y caminos en todo el pueblo. Estas actividades, realizadas sin esperar nada a cambio, muestran el profundo amor y dedicación de Fernández por su entorno. El próximo 9 de agosto, coincidiendo con la gran parrillada que organiza la Asociación Vecinal de Argüeru, este ejemplar matrimonio será homenajeado en un emotivo acto donde se espera que acudan sus familiares y amigos.