"No entendemos qué pasó, cómo un golpe de mar pudo llevarse a Lolo", señala la familia del mierense ahogado en Muros

El joven mierense de 40 años, trabajador del Fontán y residente en Oviedo, era un enamorado de la pesca y de la costa asturiana

La playa de Xilo y, en el círculo, Manuel Vázquez Campos

La playa de Xilo y, en el círculo, Manuel Vázquez Campos

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Lo que comenzaba como un divertido día de playa en familia, terminó en tragedia para el mierense Manuel Vázquez Campos, Lolo, y sus allegados. El hombre perdía la vida tras ser arrastrado mar adentro en el arenal de Xilo (Muros de Nalón), pese a los esfueros del hijo de su pareja, de 14 años, por sacarlo del agua. "Era una persona estupenda, alegre, trabajadora. Es un palo muy gordo", aseguraban sus familiares en el tanatorio de Mieres, donde Manuel Vázquez está siendo velado hasta que este martes se celebre su funeral en la iglesia de San Pedro.

La zona donde este mierense perdía la vida era muy familiar para él. Su pareja Mayte González, con la que llevaba más de una década, nació muy cerca de este rincón asturiano. Y como muchas otras jornadas, el domingo quisieron pasar un día de playa junto a Pablo, el hijo de Mayte. Tras haberse bañado en la zona (en la que había bandera roja) varias veces durante el día, "Lolo", como todo el mundo lo conocía, sugirió darse un último chapuzón. Eran las siete y media de la tarde. Pablo y él, se acercaron a la orilla. "No les cubría mucho más de las rodillas", explica Mayte González. De forma sorpresiva, una corriente arrastró a Lolo mar adentro. "Estaba mirando para otro lado y cuando me di cuenta, vi a Lolo pidiendo ayuda con los brazos en alto", explica el pequeño de 14, años, cuyos brazos, piernas, abdomen e incluso el rostro, muestran las heridas provocadas por las rocas, a las que se aferró para salvar la vida.

Pablo intentó ayudar a Lolo, pero las olas ya los habían arrastrado hacia el pedrero. Pablo logró agarrarse a las rocas "hasta con la boca", para no ser tragado por el mar. Lolo no pudo. Mientras tanto, Mayte González, junto a otro bañista -un Guardia Civil andaluz- fueron a dar aviso a los socorristas más próximos. Pero llegaron tarde, se habían ido hacía menos de un cuarto de hora. También avisaron al 112-Asturias, cuyos rescatadores pudieron llegar hasta Pablo e izarlo al helicóptero para salvarle la vida. A Lolo ya lo rescataron fallecido.

Pasión por el ejército y la pesca

Manuel Vázquez Campos "Lolo" acababa de cumplir 40 años. Era hijo de Manuel Vázquez Bobela y Josefina Campos Campos, y tenía un hermano, Jonathan, que también mantenía el tipo recordando a "Lolo" en el velatorio. El joven nació en Mieres, aunque desde hace años toda la familia residía en Oviedo, y precisamente él vivía junto a Mayte González a 100 metros de sus padres. Cuentan sus allegados que era una persona alegre y familiar, y que tenía dos pasiones, una el ejército. La otra la pesca y la mar. Y en ambos casos, la vida le golpeó con crudeza.

Porque aunque era feliz trabajando el mercado del Fontán en Oviedo, Manuel Vázquez Campos siempre había querido ser militar. Y a punto estuvo de lograrlo. Pero el día que viajaba tras un permiso para jurar bandera en Burgos, sufrió un ataque epiléptico en el trayecto que le impidió cumplir su sueño.

Se repuso de aquello, relatan sus familiares, y hace más o menos una década comenzaba una nueva vida junto a su pareja, Mayte González, y el hijo de esta, Pablo. Dos de sus pilares fundamentales y con los que compartió sus últimos minutos antes de que su querida mar le arrancase de un golpe la vida.

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