Víctor Madera y Obdulia Fernández, premio "Álvarez Margaride": "Aportar nuestro grano de arena es motivo de orgullo y satisfacción"

El matrimonio de empresarios recoge emocionado en Gijón el galardón: "Es un reconocimiento, pero también responsabilidad"

Nacieron en Asturias, concretamente en Oviedo, donde se conocieron, empezaron a cortejar y se casaron. Su vida profesional les llevó lejos de su tierra, a Madrid, aunque no por ello la han olvidado o dejado de lado. Todo lo contrario. Porque es en Asturias donde se materializan buena parte de los proyectos empresariales de Víctor Madera, médico y presidente de Quirón, el mayor grupo de salud privado de España, y de su esposa Obdulia "Mayu" Fernández, presidenta de Paisajes de Asturias, especializada en la rehabilitación de inmuebles históricos con fines turísticos (hoteles, villas de alquiler, restaurantes).

Por todo ello el matrimonio ha merecido el 13.º premio "Álvarez Margaride" a la trayectoria empresarial, que se entregó este viernes por la noche en el Real Club de Regatas de Gijón ante una nutrida representación de la política, la empresa, la cultura y la sociedad asturianas en general. Los dos empresarios encajan como anillo al dedo en el espíritu de un galardón en recuerdo del gijonés Juan Álvarez Margaride, fallecido en 2010, y que busca conservar la relación cercana entre los asturianos que viven en Madrid y también sus vínculos con su tierra natal.

Todo se cumple en el caso del matrimonio, que quiso aprovechar la entrega del premio para renovar públicamente su compromiso con el Principado. "Nuestro trabajo por esta tierra seguirá. Estaremos peleando y estaremos aquí. Nuestra apuesta por Asturias es y será. No hay ninguna duda; participar y aportar nuestro grano de arena es motivo de orgullo y satisfacción", prometieron ambos, felices por una distinción que "es un reconocimiento, pero también una responsabilidad".

Nada mejor para apuntalar su compromiso futuro con Asturias y sus proyectos empresariales que garantizar el relevo al frente de ellos. A sus cuatro hijas –Marta, Jimena, Carlota y Claudia–, presentes en la sala se refirió Víctor Madera como las responsables de "custodiar" su legado y traspasarlo a su vez a la siguiente generación.

Adrián Barbón, Obdulia Fernández, Víctor Madera, Carmen Moriyón y Josep Oliú, en la entrega del premio «Álvarez Margaride», en Gijón.

Adrián Barbón, Obdulia Fernández, Víctor Madera, Carmen Moriyón y Josep Oliú, en la entrega del premio «Álvarez Margaride», en Gijón. / Marcos León

De la región asturiana habló la empresaria con optimismo ante el "futuro sostenible y próspero" del sector turístico. "El visitante extranjero está enamorándose de Asturias, descubriéndola. Es un buen momento", apuntó Obdulia Fernández. Ocho proyectos de rehabilitación arquitectónica tiene en marcha en la región, en distintas fases de desarrollo en función de cómo avanzan los permisos, algunos pendientes. "Las Torres de Donlebún está acabado por dentro y por fuera pendiente de licencia su desarrollo. También está el restaurante Cuatro Vientos, o Villa Excelsior, que me hace mucha ilusión. Es un bombón, una preciosidad. No hay que olvidar Celles, Llanes...", describió. A modo de detalle de los organizadores, cada una de las 16 mesas del Club de Regatas en las que se sentaron los invitados se llamaba como las casonas o palacios rehabilitados por Paisajes de Asturias.

Víctor Madera  besa a su esposa, Obdulia Fernández.

Víctor Madera besa a su esposa, Obdulia Fernández. / Marcos León

Víctor Madera habló de su sector, el de la salud, que considera "el más atractivo o el mejor, porque se preocupa por la gente, atiende a las personas en el momento más vulnerable de la vida. Y eso exige dar lo mejor". Advirtió el empresario, además, de que la sanidad atraviesa un momento crucial, con avances técnicos, científicos y el reto de ir a una "medicina sostenible y predictiva, de buscar soluciones para todos y basada en el cuidado propio del cuerpo. Hay que olvidar eso de que papá Estado ya lo pagará todo".

Al rector de la Universidad Nebrija, Juan Muñiz, le correspondió glosar a los dos empresarios antes de la entrega del premio. En la ronda de intervenciones participaron también el presidente del Principado, Adrián Barbón, y la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón. El encargado de abrir los discursos fue Pedro Sáinz de Baranda, presidente de la asociación "Asturias Patria Querida" (APQ), impulsora del galardón junto al Banco Sabadell-Herrero.

Inspiración

De la pareja de empresarios dijo Sáinz de Baranda que espera que "sirvan de inspiración a los jóvenes inquietos para animarse a emprender". Una inspiración necesaria para que empiece a surgir una "nueva generación de buenos empresarios asturianos que consigan una Asturias más próspera con un mayor peso económico del sector privado que tanta falta nos hace, y con proyectos que animen a más personas a venir a vivir aquí ante la expectativa de un futuro mejor". Sáinz de Baranda agradeció uno a uno a los patrocinadores que comparten "pasión por Asturias" (Sabadell Herrero, DKV, Asturiana de Zinc y TK Elevator) su apoyo y compromiso por contribuir "activamente a mejorar la situación económica y social en nuestra tierra".

Todos ellos estuvieron representados en el acto en el Club de Regatas: Pedro Martín, de TK Elevator; Javier Vega de Seoane, de DKV; Carlos Navalpotro, de Asturiana de Zinc; y Josep Oliú, del Sabadell.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, habló en último lugar y tomó el guante lanzado en su discurso por Josep Oliu. El presidente del Banco Sabadell había dicho, en primer lugar, que se "sentía objeto de deseo" en una referencia divertida a la opa hostil lanzada por el BBVA y también que el objetivo del Sabadell era "seguir vinculado al territorio". "Soy poco políticamente correcto y hablo claro. Le doy mucha importancia a que haya bancos vinculados con el territorio. Así que al presidente del Sabadell y al director del Sabadell –Pablo Junceda– ánimo. Con dinero no puedo, pero contáis con todo nuestro apoyo", arrancó Barbón. El presidente tiró, para glosar a los premiados, de la metáfora del "hijo de piedra", un término que ellos usaron para referirse al Palacio de Figueras (Castropol), el primero que restauró Paisajes de Asturias. "Merecen todo nuestro reconocimiento", señaló. 

El líder regional aprovechó para remarcar datos turísticos como los 52.000 empleos que ya genera el sector. "Tenemos una triple meta, que es el turismo todo el año, en toda Asturias y que sea de calidad y sostenible", añadió. Para ello resaltó varias "bazas" como la Variante de Pajares, diciendo que el AVE ya llega a "Asturias y a Gijón". También la oferta de vuelos, la condición de refugio climático de la región, la gastronomía y el patrimonio cultural e industrial. Habló de la regulación de los pisos turísticos. "Esperemos que el Parlamento la apruebe cuanto antes a pesar de que algunos –por Vox– no quisieran trabajar en julio", añadió.  

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, también alabó la labor de los premiados. "Llevan a Asturias en la cabeza y en el corazón", dijo. Habló del Hospital Quirón, en Nuevo Gijón. "Pronto lo podremos ver en funcionamiento. Nuestro compromiso a la hora de dar agilidad administrativa ya está obteniendo sus frutos", valoró. "El éxito empresarial es algo a celebrar por la sociedad y quien no lo entienda es porque no ve más allá de su parcela de ideología", apostilló. Moriyón también puso en valor alguno de los hitos de sus primeros meses de mandato. Citó la agilización de la administración municipal, la compra de gran parte de los terrenos de Naval Gijón, Tabacalera y la ampliación del Parque Científico. "Hoy ya no son objetivos, son procesos en marcha", zanjó.  

Una pareja de éxito que se estrenó en el mundo de los negocios con una plantación de fabas

Víctor Madera y Obdulia Fernández fueron glosados antes de recoger su premio por José Muñiz, rector de la Universidad Nebrija, paisano y amigo de ambos, quien destacó su "espíritu inquieto y emprendedor, y un don especial para pasar con naturalidad y eficacia de las ideas a los proyectos viables". Se encargó Muñiz de desvelar un detalle hasta ahora poco conocido de la biografía de Madera y Fernández. Resulta ser que ambos se estrenaron en el mundo de los negocios no a través del sector sanitario o turístico, como hacen ahora, sino del agrario. "Su primer intento fue una plantación de fabes", desveló el rector de la Universidad Nebrija. No cuajó, como todo el mundo sabe, "pero lo intentaron y aprendieron un montón. Y entrenaron su resiliencia". Juan Muñiz encuentra en el éxito profesional del matrimonio a día de hoy influencia de su aventura agrícola pasada. "Tal vez en la delicada salud de la faba asturiana está la base del éxito de la salud del Grupo Quirón. Tal vez el interés por el cuidado exquisito de nuestro patrimonio asturiano que lleva a cabo Mayu (como se conoce a Obdulia Fernández), le provenga del cuidado de ese otro patrimonio vegetal que son las fabas", describió con humor.