Salmones pescados sin precintar, la consecuencia del conflicto del Principado con sus guardas de Medio Ambiente

Los agentes del Medio Natural piden mejores condiciones, mientras que los pescadores se ven obligados a llevar las capturas a sus casas

Un pescador, en el Cares, en el inicio de la campaña del salmón.

Un pescador, en el Cares, en el inicio de la campaña del salmón. / LNE

Sergio Martín

Asturias se enfrenta una crisis en el sector de los guardas del Medio Natural del Principado, quienes han paralizado gran parte de sus actividades de supervisión y control de los ríos de la región. Las protestas, iniciadas por los agentes a mediados de junio, persiguen alcanzar mejores condiciones laborales y que se limite la externalización de sus funciones, según expresaron los representantes sindicales de UGT, USIPA y CSIF el pasado 3 de julio. Esta situación ha desembocado en una crisis en los centros de precintaje de los ríos, donde muchos salmones capturados en plena campaña no se están precintando tras su pesca, sino varios días después.

El proceso de precintaje, que consiste en la colocación de una pinza en el salmón con un número que aparece en su correspondiente guía y permiso para ser transportado, es un control que no solo asegura la legalidad de la captura, sino que también permite llevar un registro preciso de los salmones, puntualizan los agentes.

En condiciones normales, explican varios agentes de los centros de precintaje, los salmones capturados en los ríos asturianos deben ser precintados por los guardas justo después de salir del río. Sin embargo, a raíz de este conflicto laboral, los agentes se limitan a cubrir lo establecido por convenio, ajustando su horario laboral.

Son los propios pescadores quienes llevan en muchas ocasiones los salmones a sus casas –de forma irregular al no disponer del certificado correspondiente– para posteriormente transportarlos a los centros para su certificación, normalmente días después. Actualmente, en los ríos donde se desarrolla la campaña de pesca (Eo, Narcea, Esva, Cares y Sella) se están precintando salmones únicamente tres días a la semana y no hay actividad ni los sábados ni los domingos, algo atípico. Hasta ahora, los agentes realizaban horas extras y sí cubrían esos días.

José Carlos Fernández, representante del sindicato USIPA, explica que "los agentes del Medio Natural no están en huelga sino que se acogen a su horario legal establecido" y justifica que se dejen sin precintar salmones capturados más allá de su jornada laboral.

Esta situación está generando problemas ya que "si los salmones no se precintan rápidamente pueden sufrir alteraciones que escondan síntomas de caza ilegal y que los guardas no los podamos percibir", aseguran varios agentes. Aunque la mayoría de los pescadores hagan todo lo posible por mantener el salmón en las condiciones adecuadas hasta su precintaje, muchos no saben cómo mantenerlos correctamente en casa.

Por su parte, la Consejería de Medio Rural facilitó un número de teléfono donde los pescadores pueden notificar las características del salmón capturado. Los guardas consideran insuficiente esta medida y añaden que "desde la Consejería se le dice que queden con nosotros al día siguiente hábil para precintarlo, aunque eso suponga que no se pueda confirmar el origen de la captura ni que no haya habido caza furtiva". Los pescadores asturianos han expresado su preocupación y frustración ante esta crisis. Uno de ellos es Eugenio Saavedra, portavoz de la Asociación Salmón Vivo, quien afirma que los pescadores legales "son los más perjudicados" porque pueden ser denunciados al no poder precintar los salmones tras su captura. "Por mucho que digan que lo podemos comunicar en un número de teléfono de la Consejería, eso ante un juez no creo que tenga validez. Lo que tiene validez es cumplir la norma", explica.

La crisis también tiene un gran impacto ecológico en el entorno natural asturiano. La falta de control y seguimiento por parte de los guardas está poniendo en riesgo el equilibrio de los ríos asturianos. Los guardas del Medio Natural desempeñan un papel crucial en la protección de los hábitats y en la prevención de prácticas de pesca ilegal y furtiva que pueden dañar a los salmones y otras especies. Sin su presencia es más probable que se produzcan capturas excesivas y otras actividades destructivas, lo que podría tener consecuencias a largo plazo para el ecosistema fluvial. "Los salmones ahora se hacinan en pozos determinados. Cuando están agrupados son más fáciles de coger con una red o con un fusil submarino. Ahora, sin guardas, hay muchos más casos de furtivismo y es mucho más difícil detectarlo", informan los guardas.

Ante la gravedad de la situación, los sindicatos de guardas del Medio Natural han continuado las negociaciones con el gobierno regional para llegar a acuerdos que satisfagan a ambas partes. El próximo 15 de julio tendrá lugar una nueva reunión entre la Consejería y los representantes sindicales con el objetivo de solucionar la crisis.

Apunrtes

¿Qué es el precintaje? Se coloca una pinza de plástico hermética en el salmón con sus características, número de control, guarda que lo precinta, hora de pesca y río donde se capturó. Esta etiqueta otorga legitimidad al ejemplar y corresponde con la guía que se le entrega al pescador. 

¿Por qué se producen las protestas? Los guardas del Medio Natural reclaman al Principado mejores condiciones laborales, un ajuste de salario, un aumento de medios técnicos y que no se externalicen sus funciones.

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