Entrevista | Cassandra Clare Escritora, presenta su libro en Avilés

"Mi fuerte es la fantasía pero pienso en una novela histórica juvenil"

"La ambientación de ‘Crónicas de Castelana’ es como una carta de amor a la historia de Europa, al principio lo veía como un libro muy en la línea de ‘Juego de Tronos’"

Cassandra Clare, en Madrid, hace unos días.

Cassandra Clare, en Madrid, hace unos días. / LNE

Judit Bertran

La autora referente en el género fantástico "new adult" presenta "El Guardián de Espadas", el primer libro de una nueva saga llamada "Crónicas de Castelana", ambientada en un mundo con personajes dickensianos, lealtades enmarañadas e inesperados giros de guion. Judith Rumelt (Teherán, Irán, 1973), firma bajo su pseudónimo literario Cassandra Clare, es mundialmente conocida por haber creado una de las sagas de fantasía juvenil más largas y famosas en la actualidad: el mundo de "Cazadores de Sombras". Este jueves estará en el Festival "Celsius 232" de literatura fantástica, terror y ciencia ficción de Avilés, que arranca hoy.

Clare es coautora junto a Holly Black –que también estará en el "Celsius"– de la exitosa serie de fantasía "Magisterium" y acaba de publicar "El Guardián de Espadas", que da pie a su nueva saga, "Crónicas de Castelana", publicados bajo el sello Crossbooks (Grupo Planeta) y que está ambientada en un mundo con personajes dickensianos, lealtades enmarañadas e inesperados giros de guion.

–¿Cómo ha sido salir del mundo de "Cazadores de sombras"?

–Ha sido un gran desafío. He tenido que asegurarme de que escribía un nuevo mundo desde cero sin parecerse ni una pizca a "Cazadores de Sombras". Había momentos que me sentía muy atascada, porque he tenido que vérmelas con su historia, su magia, su política… A pesar de que era muy difícil por momentos, estoy muy orgullosa del resultado.

–¿Cómo nació el mundo de Castelana?

–Estaba viendo en la televisión uno de mis realities favoritos que se llama "Encarcelados en el extranjero", que va sobre personas que cometen crímenes y luego les mandan a cárceles en diferentes países y tienen que escaparse de ahí. Uno de los episodios, que era algo diferente, iba sobre un soldado de Irak al que llamaron del palacio de Saddam Hussein para que se sometiera a una cirugía plástica y se hiciera pasar por el hijo del magnate. La idea era fingir que era él en público, porque no era nada popular y tenía miedo de que alguien le fuera a matar. Él dijo: "Yo no quiero hacer eso", pero le dijeron: "no tienes elección". En este momento me interesó la historia y empecé a pensar, ¿y si en vez de usar la cirugía plástica usamos la magia? Y si es secuestrado porque es pequeño y es la única cosa que conoce, ¿qué identidad tendría entonces? Ser otra persona y otro tipo de vida cuando tu trabajo es morir por alguien. Así surgió la primera idea y empecé a apuntar pensamientos de como iba a desarrollarse.

–Desde que tuvo la idea y empezó a escribir, ¿cuánto tardó en desarrollar el mundo?

–Tardé unos tres años. Un año de investigación sobre libros de historia, dobles de cuerpos que han existido, sobre la magia judía (que es en la que está basada la historia) y un montón de lectura antes de empezar. Cuando empecé para mí fue una gran experiencia pero también un gran desafío, porque era muy diferente a todo lo que ya había escrito anteriormente. De hecho mi ideal era que Castelana fuera la Francia renacentista, pero el mundo también está basado en Italia o España… Es como una carta de amor a la historia de Europa, y el poder escribir e incluir una versión de ella en mi libro ha sido muy divertido.

–En "El Guardián de Espadas" podemos ver una construcción del mundo fantástico muy extensa.

–Sí, es lo que disfruté más fue en la lectura, fue muy divertido crearlo. Pero el desafío está en cómo te basas en la historia existente pero a la vez mantienes la originalidad fantástica. Esto no es Europa, hay cosas que pueden ser referenciales a la historia de Europa como por ejemplo la historia de Roma o de algunos otros países como Corea, India o China. Son referencias a una historia fascinante y acaban generando una sensación ancla para el lector, les haces sentir como que están en un lugar real. Pero también hay que hacerlo suficientemente diferente como para que no sea una copia de eso. Esto tiene que ser su propio lugar único, y no creo que un lugar como Castelana haya existido nunca jamás, es como un "y si…", en condicional.

–Asoma un poco de "romantasy" (fantasía y romance) al final del libro, ¿con qué intención lo hizo?

–Es verdad que cuando lo empecé a escribir lo veía como un libro de fantasía épica en la línea de "Juego de Tronos". Pero quizás ha acabado habiendo un poco más de besos que en "Juego de Tronos". Cuando empecé este libro, el término "romantasy" no existía aún. El segundo libro es más romántico, pero yo quería que la gente entrara en el mundo y en los personajes primero. Quería que el romance fuera impredecible.

–En la novela hay fragmentos del pasado de Castelana introducidos antes de cada capítulo, ¿por qué?

–Sí. Originalmente estos fragmentos estaban dentro de la historia. Pero cuando estaba por el cuarto borrador de la novela pensé que los personajes no tenían por qué parar lo que estaban haciendo y explicar la historia. Pensé: "las personas no hablan así, no puede ser"s. Entonces saqué toda la información histórica del diálogo, creé los libros y dejé los fragmentos explicativos antes de cada capítulo. Esos trocitos los escribí en dos días porque me parecía divertidísimo. Era como escribir un libro dentro de un libro. Y desde siempre es algo que me ha encantado en otros libros.

–¿Ha tenido alguna complicación cuando escribía "El Guardián de Espadas"?

–Uno de los problemas que tuve fue con la parte política y cómo sería una reunión política en Castelana. Y precisamente mis amigos no escritores y escritores, entre ellos Holly Black, tuvimos una reunión política como si estuviéramos dentro de la novela, en el consejo. Hablamos de los problemas de Castelana, de qué pasaría si hubiera una invasión o por qué los habitantes del pueblo están enfadados por una ley que se ha aprobado. Yo era Kel y Conor a la vez, y mi marido era el abuelo de Lin. Fue divertidísimo y me ayudó muchísimo a escribir después. A partir de ahí no tuve problema a la hora de escribir las escenas políticas.

–¿Se ve alguna vez escribiendo fuera del género fantástico?

–No mucho. Mis puntos fuertes son la fantasía y la magia, pero tengo una idea que va rondando en mi cabeza para escribir una novela histórica juvenil y que me gustaría escribir algún día. Estaría ambientado también en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

–También ha coescrito novelas con autoras como Holly Black, ¿volvería a colaborar con otro autor o autora?

–Ahora mismo tengo cinco libros cerrados bajo contrato, y tengo esta saga abierta (que la comprenderán 4 libros en total) junto a la última trilogía de "Cazadores de sombras". Eso sí, no me cierro a coescribir de nuevo, de hecho si en algún momento puedo colaborar con alguien ese sería Rick Riordan, pero ambos estamos muy ocupados. Tampoco me disgustaría continuar escribiendo con Holly Black, de hecho siempre estamos hablando para hacer cosas juntas, pero el problema es que no tenemos mucho tiempo.

–La segunda parte de la saga ya tiene fecha para el próximo 2025, ¿puede hacer algún avance?

–Pues claramente hay mucho más romance. Kel estará entre las cuerdas porque no sabrá si proteger a la madre de Antonetta o contar la verdad y proteger así a Conor. También entrará en escena un hombre apuesto y guapo que estará interesado en Lin.

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