"HA SIDO UN GRAN VIAJE"

Alcaraz, tras conquistar Roland Garros: "Es lo que hace un guerrero y yo soy un guerrero"

Ni una lágrima derramó el tenista, pura pasión durante el juego y en la cancha, recuperada la frialdad en la ceremonia

Carlos Alcaraz, con la mano en el corazón, agradece la ovación de los espectadores de Roland Garros.

Carlos Alcaraz, con la mano en el corazón, agradece la ovación de los espectadores de Roland Garros. / EFE

Jaume Pujol-Galceran

Apareció casi dos horas y media después de la final. Sonriendo, orgulloso. A su lado La Copa de Los Mosqueteros tan soñada desde niño. "Es un orgullo estar en la historia de nuestro deporte. Se aprende viviendo momentos así", decía. Destacaba por encima de todo su "fortaleza mental" en el partido. "Es lo que hace un guerrero y yo soy un guerrero", decía cuando le preguntaron por la remontada.

Ni una lágrima había derramado en la entrega de premios. Después de abrazarse a todo su equipo, sus padres y sus amigos en el palco, recuperaba la frialdad de la ceremonia. "Gracias por hacerme sentir como en casa", dijo al público francés, que se ha encariñado con él, tal vez por ver en Alcaraz la representación futura de Rafael Nadal y disfrutar con grandes tardes de tenis como las que ofreció el mallorquín.

Alcaraz gana por primera vez Roland Garros al batir en la final a Zverev en cinco sets

Alcaraz gana por primera vez Roland Garros al batir en la final a Zverev en cinco sets / EFE

Un gran viaje

"Ha sido un gran viaje, desde el primer día hasta el último", acertó a decir Alcaraz, que en París se ha recuperado de todos los males físicos que le aquejaban. Desde que tuvo que retirarse antes de debutar en Montecarlo a la inesperada caída en Madrid. Recordó que había podido entrenar poco para preservar su plenitud en los partidos y, sin embargo, culminó el sueño de su vida.

El sueño que se repetía "cuando salía corriendo del colegio para ver el torneo por la tele", explicó en público para corroborar la ilusión que le producía conquistar algún día Roland Garros. En la sala de prensa, ante un centenar de periodistas, destacaba esa situación. "Si estás flojo mentalmente no se gana un Grand Slam. Esa es la lección que saco y que he aprobado hoy".

"Vinimos aquí prácticamente sin poder entrenar y estoy muy agradecido de tener el equipo que tengo, que me hace mejorar como jugador y como persona. Os llamo equipo, pero sois como mi familia", confesó, antes de dirigirse a los suyos, después de haber escalado a la grada y abrazarse a sus padres y allegados: "Poder enseñar el trofeo delante vuestro es increíble".

Reconoció su agobio en muchas fases del partido. "Iba 5-2 arriba, pero Zverev estaba mejor. No encontraba cómo hacerle daño. Sentía que me quemaba la bola. Estaba muy nervioso. En el cuarto, con 4-0, ya he ido más relajado y en el quinto era darlo todo", decía feliz.

Nadal fue de los primeros en felicitarle virtualmente. No estaba en París, pero miraba el partido por televisión. A falta de raqueta, el móvil. Tenía preparado el tuit, y solo esperaba el momento para apretar el botón de "publicar". "Enhorabuena por esta inmensa victoria. Grande. Muy contento de tus éxitos", escribió el multicampeón, que había sido la primera víctima de Zverev en el torneo, tras el endiablado sorteo. Nadal cayó en tres sets (6-3, 7-6. 6-3). Alcaraz necesitó cinco para derribar al gigante alemán. Dentro de 40 días espera estar junto a Nadal en los Juegos Olímpicos, en París. "Será bonito revivir este primer Grand Slam". Sobre la posibilidad de igualar los 14 de Nadal o los 24 de Djokovic, admitía "Son dos extraterrestres. Lograr algo así es imposible". De momento, con 21 años, ya lleva tres, tatuados con la fecha de sus victorias.

"Tienes 21 años y ya has ganado tres Grand Slams en tres superficies distintas. Felicidades por tu increíble carrera"

Alexander Zverev

— Tenista alemán

Alexander Zverev, triste, al final del encuentro a la espera de la entrega de los premios.

Alexander Zverev, triste, al final del encuentro a la espera de la entrega de los premios. / EFE

"Tienes 21 años y ya has ganado tres Grand Slams en tres superficies distintas. Felicidades por tu increíble carrera", dijo Alexander Zverev, a medio camino entre la sincera admiración y punto de envidia sana, el primero en recoger el trofeo de consolación como finalista.

Alcaraz quiso animarle. "Estoy seguro de que el tenis te dará la oportunidad de ganar este torneo y de un Grand Slam", aseguró al tenista murciano, que también reconoció en Zverev el esfuerzo invertido en volver a la priemra línea "y el nivel que estás exhibiendo en este principio de temporada.

El alemán felicitó al equipo de Alcaraz, saludándoles con un "hola". También se dirigió al suyo, para agradecerles todos los esfuerzos por haberle ayudado a recuperarse de la grave lesión de tobillo que había sufrido en el torneo francés. "Estuvimos cerca, pero no lo suficiente, espero que algún día lleguemos", añadió convencido, antes de dirigirse a la grada: "Volveré el próximo año".