Opinión

Son de Primera

El Oviedo, como antes el Sporting, falló en el partido decisivo, pero pudo comprobar que el objetivo de ascender está a su alcance

El disgusto que la derrota-debacle de Barcelona habrá producido en la afición oviedista será sin duda proporcional a las expectativas que había creado hasta entonces la trayectoria del Oviedo en el play-off de ascenso: es decir, enorme. Costará asimilarlo, pero no hay otro remedio. Y siempre cabrá aplicarle alguna cura que alivie semejante disgusto. Puede ser una reflexión como la que sigue. El Oviedo ha superado en estos 23 años pasados la peor crisis de su historia, que tras ponerle al borde de la desaparición le hizo peregrinar por las categorías inferiores. Pero por lo que ha hecho es un grande, que solo necesita confirmarlo. Si se examina la clasificación histórica de la Liga se podrá ver que ocupa el puesto 20 de esa máxima categoría. Y 20 son los puestos de la Primera División. Es decir, que históricamente es de Primera.

Es verdad que le falta confirmarlo. Y esta temporada que acaba de finalizar ha mostrado que está en condiciones de hacerlo. Pues, a ponerse a ello, tras dedicar el menor tiempo posible a secarse las lágrimas. De los equipos que disputaron el play-off de ascenso el Oviedo fue seguramente el que llegó en mejores condiciones. La eliminación del espléndido Eibar tuvo un mérito extraordinario, que se estuvo a punto de confirmar ante el Espanyol. Quizá el entrenador oviedista pecó de conservador al aplicar el mismo método en los dos casos. El Espanyol actual tiene menos calidad que el Eibar y quizá no reclamaba tantas precauciones para desgastarle. Un Oviedo más bien defensivo cerró con oficio en el primer tiempo de Cornellá caminos a un Espanyol más voluntarioso que lúcido y hábil. De hecho, se llegó a los últimos cinco minutos del primer tiempo sin que los españolistas hubieran tirado una sola vez entre los tres palos. Lo más que concedía el Oviedo fueron saques de esquina. Los siete primeros los resolvieron los azules sin problemas. El desastre se produjo en el octavo, en el que los desajustes en el marcaje permitieron a un españolista marcar con el pie al segundo palo. Y ese gol embraveció al equipo de casa al tiempo que desconcertaba al Oviedo, que dos minutos después veía como un despeje orientado de Cabrera se convertía, con la ayuda de Pere Milla, en un pase mortal para que Puado se convirtiera en el héroe local de la tarde. Con el 2-0 en contra Luis Carrión recompuso el equipo en el segundo tiempo. Quedará la duda de si no hubiera sido mejor que hubiera hecho antes ese planteamiento. Lo que pudo verse fue que el Oviedo se hizo dueño del campo mientras el Espanyol se centraba en defender una renta con la que quizá no contaba, por lo menos tan pronto.

Con Cazorla al mando, Borja Sánchez aportando sus recursos de calidad y Bretones penetrando y centrando, el Oviedo se pareció al de partidos recientes e intentó crear peligro, pero el Espanyol disponía con el 2-0 de la doble ventaja de tener el marcador a favor y poder jugar de la forma en que se siente más eficaz. Aún así todo pudo cambiar en el minuto 92 cuando su portero, Joan García, que había fallado en el gol que su equipo recibió en Oviedo, lo salvó esta vez con una doble parada ante los Borja, rechazando primero un disparo de Sánchez y tirándose luego a los pies de Bastón para tapar un remate que hubiera sido mortal. Fue la locura que poco después se adueñó de Cornellá, de la que no participó la contrita afición azul que había acompañado a su equipo.

Asturias, de Primera

"Una Asturias de Primera" titulaba LA NUEVA ESPAÑA su editorial de ayer, en el que, al deseo de ascenso del Oviedo se añadía el recuerdo de que el Sporting, que históricamente es también un equipo de Primera –su puesto es el decimosexto en la clasificación antes aludida–, también se había ganado la oportunidad de disputar este play-off que acabó frustrando tantas ilusiones asturianas y comparte con el Oviedo la aspiración de jugar en la máxima categoría. El disgusto de no haberlo logrado en la temporada que ahora termina debe dar paso cuanto antes a un lema especialmente estimulante pues se ha comprobado que el objetivo está al alcance de los dos. O sea que "Sí se puede". ¿O no?

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