Opinión

Lo siento, Nando

Sobre el bajón y las lágrimas tras el pitido final en Cornellá

Llegada del Real Oviedo al aeropuerto de Asturias

Llegada del Real Oviedo al aeropuerto de Asturias / Ricardo Solís

Santi Cazorla salió tras el partido al aparcamiento del estadio de Cornellá totalmente destrozado. A pesar de ello, El Mago es consciente de su estatus y se paró a firmar autógrafos a todos los chavales que se lo pidieron. Se quitó hasta los pantalones para regalárselos a un niño que lloraba como si el mundo se terminase o como si el Oviedo no hubiese conseguido regresar a Primera.

Tras él salía Nando, su hermano, con el corazón roto, pero con el orgullo de llevar el apellido Cazorla. "Esos cinco minutos nos mataron, pero seguro que volveremos", decía con la cara roja y sumergido en un mar de lágrimas. Lo siento mucho, Nando.

El resto de jugadores se subieron al autobús con la cara desencajada. El golpe fue duro, muy duro. Incluso, trabajadores y gerentes del club azul no pudieron contenerse y se mostraron vulnerables, cosa que no se suelen permitir hacer en público. Se abrazaron y se repitieron el mismo mantra: "Otra vez será".

Tienen mucha razón. Otra vez será. Para el Oviedo, seguro. Para Cazorla, todavía no se sabe si como hincha o como jugador. La incógnita invadía las mentes de todo aquel que se acercaba a consolarle y a pedirle un año más. Duda despejada cuando llegó un niño con la camiseta del equipo rival, contento por haber ascendido de categoría y feliz por conocer al llanerense. Le pidió algo de ropa, a lo que Cazorla contestó: "No me queda nada, pídemela el año que viene".

Queda Cazorla para rato. Nando, no te preocupes. Llora hoy, pero podrás levantarte mañana sabiendo que tu hermano se seguirá dejando hasta el alma por sus colores. La mitad de la ilusión que la hinchada azul sintió este año comenzó un 16 de agosto de 2024 con el fichaje del medio doble campeón de Europa. Mientras Santi siga, el Oviedo puede seguir creyendo. Al final no ha sido el año, pero lo será, de eso estoy seguro. Cazorla lo hará posible por lo civil o por lo criminal.