Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: El Santo Grial

La búsqueda de entrenador de los azules y la necesidad de los rojiblancos de encontrar un goleador de verdad

Luis Carrión haciéndose fotos con aficionados tras reunirse con Pachuca en El Reconquista

Luis Carrión haciéndose fotos con aficionados tras reunirse con Pachuca en El Reconquista / David Cabo / LNE

Disipado el humo de las bengalas –rojas y azules–, no hay paz para los malvados. El gatillazo provocado por el patinazo en el play-off a ambos lados del Potomac va quedando en el olvido sobre todo gracias a que el zoco ya está abierto. Ya saben, amiguinas y amiguinos, jugador que sale por la ventana, futurible estrella (o estrellado) que entra por la puerta. En la casa azul, al menos a la hora de escribir estas líneas, siguen buscando el recambio para Carrión, héroe durante meses, villano al final de la película cerrada con un vídeo de despedida que recuerda aquellos VHS que enviaban los secuestradores para demostrar que el secuestrado seguía con vida. Pero ya se sabe que en este mundo, por fortuna, nadie es imprescindible.

Así que, gracias por los servicios prestados y a otro tema, que en estos momentos para el Oviedo no es otra cosa que buscar un nuevo entrenador que ilusione a los de allí y a los de aquí y que encaje en el estilo que el Grupo Pachuca quiere para sus equipos. El elegido tendrá la complicada misión de hacer olvidar lo hecho por los azules, lo que viene siendo la mejor temporada desde el regreso desde las catacumbas y el barro. Así que lo único que mejoraría el asunto solo sería el ascenso, con lo que el nuevo entrenador, sea Luis García, el Cacique Medina, Calleja, Lotina, Oltra… o vaya usted a saber quién, arrancará la temporada teniendo muy clara cuál será la exigencia. Luego la realidad será la que mande.

Mientras, a 28 kilómetros andan ya en otros menesteres, como el de encontrar un delantero que, por fin, marque goles tras las últimas nefastas experiencias con nombre y apellidos. Ahora se reconoce que no hubo ascenso por la falta de gol. ¡Olé! Y en estas andamos, con unos y otros buscando su Santo Grial. Después ya será la competición la que dicte si las expediciones enviadas para encontrarlo iban comandadas por los "Caballeros de la tabla cuadrada" de los Monty Phyton o por Indiana Jones y Sean Connery, que en este "fúrgol" de donde salieron pitando los dos entrenadores que colocaron a los dos grandes de la madreñina en la promoción todo puede suceder, ¿oyisti, güey?

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