Los detalles de la acería verde aprobada por Arcelor que reducirá las emisiones en Gijón a partir de 2025

La planta de reducción directa de hierro que completa el plan de descarbonización de 1.000 millones está pendiente del acuerdo con el Gobierno para abaratar la energía

Pablo Castaño

Pablo Castaño

El comité de inversiones de ArcelorMittal dio ayer luz verde, definitivamente, al proyecto del horno híbrido de arco eléctrico de Gijón, uno de los dos proyectos –el de menor coste– previstos para la descarbonización parcial de la cabecera siderúrgica de Asturias por un importe total de más de 1.000 millones de euros. La otra actuación, la planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI) mediante hidrógeno verde, que tiene aprobadas unas ayudas de 460 millones de euros por parte de la Comisión Europea, aún está pendiente de aprobación y ArcelorMittal negocia con el Gobierno de España un precio competitivo de la energía que haga viable la inversión.

De momento, una de las dos patas necesarias para echar a andar el proyecto de fabricación acero verde en Asturias ya esta asegurada. Dos años después de que la familia Mittal y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunciaran el plan de descarbonización de la cabecera siderúrgica de Asturias, la multinacional aprobó ayer –tal como adelantó la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA– la remodelación de la acería de Gijón para instalar un nuevo horno híbrido de arco eléctrico que está previsto que se alimente con energía renovable para reducir las emisiones.

El horno eléctrico. En el marco de la presentación de los resultados financieros de la empresa correspondientes al segundo trimestre de 2023, la dirección anunció que se ha completado la fase previa de ingeniería básica del proyecto del horno y que se iniciará ahora la fase definitiva. "Cuando el nuevo horno de arco eléctrico entre en funcionamiento, previsiblemente en el segundo semestre de 2025, la planta estará en disposición de producir elevados volúmenes de alambrón y carril de acero con bajas emisiones de carbono, lo que situará a la planta en una posición sumamente competitiva, en particular para productos de alto valor añadido sujetos a estrictos criterios en materia de huella de carbono para contratos con la Administración pública", destacaron fuentes de la dirección de ArcelorMittal, que agradecieron al Gobierno y a los representantes de los trabajadores "su continua cooperación en este proyecto, una parte importante del programa de descarbonización para las operaciones siderúrgicas de la empresa en España".

La planta DRI. El plan verde, que requiere una inversión de más de 1.000 millones de euros, incluye también una planta de reducción directa de mineral de hierro (sistema DRI) que sustituirá a uno de los dos hornos altos de Gijón que queman carbón siderúrgico, lo que genera grandes emisiones de CO2. En la planta DRI se fabricarán prerreducidos de hierro que se utilizarán como materia prima, junto con chatarra, en el horno híbrido de arco eléctrico, que también podrá funcionar solo con los residuos de hierro. La introducción de prerreducidos elevará las calidades sin incrementar emisiones, puesto que está previsto que el DRI utilice como combustible hidrógeno verde, aunque inicialmente consumirá gas natural.

El precio del combustible. Tener garantizado un suministro de gas, energías limpias e hidrógeno a un precio competitivo será determinante para la viabilidad del proyecto y por ese motivo el comité de inversiones de ArcelorMittal aún no ha aprobado definitivamente el proyecto de la planta DRI de Gijón y ello a pesar de que ya tiene autorizada una ayuda de 460 millones de euros por parte de la Comisión Europea. Situación que se repite con otros proyectos de descarbonización de la compañía en Europa. "Es alentador haber recibido la aprobación por parte de la Comisión Europea de las ayudas para nuestros proyectos de transformación para la descarbonización en Bélgica, España y Francia. Se trata de un paso importante en el proceso, tras el cual estamos manteniendo actualmente conversaciones con los Gobiernos sobre el coste y la disponibilidad de la energía limpia necesaria para que estos proyectos sean viables", señaló ayer Aditya Mittal, CEO de ArcelorMittal, durante la presentación de los resultados semestrales de la compañía.

Los proyectos y los equipos. La dirección de la multinacional siderúrgica señaló que en estos momentos hay más de 200 empleados de ArcelorMittal dedicados exclusivamente a los proyectos de construcción de plantas DRI y hornos eléctricos en Europa. Este personal está preparando la ingeniería básica de los proyectos y los acuerdos vinculantes con proveedores de los principales equipos de proceso para fijar los calendarios de suministro.

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Y. González

Los beneficios netos globales de Arcelor Mittal alcanzaron los 2.644 millones de euros en la primera mitad del año, una caída del 63% respecto al mismo período de 2022, según informó ayer la multinacional siderúrgica. Las ventas cayeron un 15,6%, hasta los 33.740 millones, debido sobre todo al descenso del 3,6% en las entregas de acero y a la reducción de un 14,7% en el precio medio de venta en comparación con el primer semestre del año pasado, cuando los precios se beneficiaron de la demanda de reabastecimiento por la guerra en Ucrania. En Europa, la producción en el segundo trimestre cayó un 10,8% en comparación con el primero, como efecto de los incendios que inutilizaron un horno alto en Gijón y otro en Dunkerque. Ambos ya están operativos desde este mes.

Pese a que el horno A de Gijón ya funciona "al 80%" de su capacidad, aún pervive el ERTE que se aplica desde abril por el recorte de producción. En la reunión de la comisión de seguimiento que tuvo lugar ayer, los representantes de UGT-FICA emplazaron a la dirección a negociar un nuevo expediente a partir del 1 de septiembre. La empresa aseguró que llegar al 100% de la capacidad llevará "varias semanas" y que la causa de fuerza mayor "no está superada hasta que no se complete el arranque". Los sindicatos otorgaron agosto como plazo para retomar la normalidad, y la dirección, si bien remarcó que el ERTE puede aplicarse hasta el 30 de septiembre, se comprometió a reunirse a principios de ese mes y valorar la finalización de la causa.

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