Los colectivos sociales de Gijón alertan del auge de personas sin hogar tras la muerte de dos hombres en la Casa Sindical: "Es un problema de ciudad"

Las asociaciones perciben una cronificación de los casos de calle por el difícil acceso a la vivienda, las adicciones y las enfermedades mentales

La Casa Sindical, lugar habitual donde duermen personas sin techo.

La Casa Sindical, lugar habitual donde duermen personas sin techo. / Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Casos más duros, más crónicos y con cada vez menos oportunidades de romper la espiral negativa del sinhorarismo. Las entidades sociales, ante el fallecimiento el miércoles de dos hombres en las escalera de la Casa Sindical, han vuelto alertar de la delicada situación que todos los días atraviesan las personas sin techo en Gijón. Detectan que la situación está yendo a más principalmente por el encarecimiento de los alquileres, con unos precios ya tan altos que dejan fuera del alcance el arrendamiento a una persona que perciba una ayuda o el salario mínimo vital. Eso, unido a la escasa oferta de vivienda pública y a los recursos sociales saturados, hacen que no solo se den más casos que hace unos años sino también que estos sean cada vez más crónicos y marcados por la adicción a las drogas y los problemas de salud mental. "Es un problema de ciudad", alertan las entidades expertas en el tema.

Dos hombres bajo el viaducto de Carlos Marx. | Marcos León

Dos hombres bajo el viaducto de Carlos Marx. | Marcos León / Pablo Palomo

En el Instituto de Medicina Legal no se había concluido ayer la autopsia para esclarecer las causas de los dos fallecidos, de 33 y 38 años. Los dos eran habituales de la Casa Sindical, uno de los puntos, junto a la puerta del Albergue Covadonga y el viaducto de Carlos Marx habituales para las personas sin hogar, aunque no los únicos. Todo hace pensar, sin embargo, que murieron por una sobredosis. Pasaron todo el día bajo una manta hasta que los encontró un compañero y dio la voz de alarma. Casos como estos pone de relieve lo inmisericorde que es la calle. "A nivel de casos sí que estamos detectando un aumento. Está cambiando el perfil del usuario. Ahora es gente más joven, inmigrantes y gente que necesita estancias más largas en recursos, no como antes que eran más situaciones de emergencia", cuenta Elena Suero, directora de la Fundación Albergue Covadonga. "No son tanto situaciones puntuales, sino casos más cronificados. Hay más mujeres y afectan incluso a familias", añade Suero.

Elena Suero detecta que una gran parte del problema está en el acceso a la vivienda, cada vez más cuesta arriba por la subida de los precios de los alquileres en parte, también, por el boom turístico de Gijón. "Alguien que tiene una pensión el salario mínimo vital está cobrando 500 euros. Si una habitación cuesta como mínimo 300 tiene que elegir entre pagar la electricidad o comer y vestirse", explica. Suero alerta de la eclosión de problemas de salud mental. "Detectamos necesidades de salud mental porque estos recursos en la sanidad están saturados y ello deriva en una cronificación en el Albergue", apunta.

Contactos con 216 personas

Irma Benito forma parte del equipo de calle de Mar de Niebla, otra de las entidades que trabaja a diario con personas sin hogar. Cuenta que solo en lo que va de año han logrado contactar con 216 personas que en Gijón están en situación de sin hogar o sin techo, el estadio más duro de todos los que hay. Eso no significa que sean todos los que hay. "Este año los casos están siendo más mediáticos. Desde la pandemia todo se ha vuelto más complicado por las dificultades de acceso a la vivienda", relata. Indica que cada vez es más habitual encontrar patologías de adicción a las drogas con problemas de salud mental. "Es un combo difícil de romper. Las administraciones no son del todo conscientes del problema que hay", añade. "El sinhogarismo agrava patologías y eso unido a las condiciones de la calle hace que el sufrimiento vital sea enorme", remata.

Benito explica que situaciones como la que atravesaban los dos fallecidos de la Casa Sindical se dan por toda la ciudad. Descarta que los casos de personas sin hogar se concentren todos en la zona de Sanz Crespo, donde está también el Albergue Covadonga y el espacio bajo el viaducto de Carlos Marx. "Ahí se concentran muchas personas, porque también los recursos que tienen están más cerca, pero en el extrarradio también hay situaciones muy duras", desvela. Hace solo dos días atendieron a una pareja que pernoctó al raso en la Casa del Mar. "No hay alternativa residencial y la vivienda pública es escasa. Es un problema de ciudad", asegura. El fallecimiento de los dos hombres de la Casa Sindical no es el único este año. A primeros de mes falleció un ovetense que pernoctaba en la zona del plan de vías. Y en febrero se halló el cuerpo sin vida de una mujer en un descampado al pie del Albergue.

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