La planta de baterías de El Musel (que ya tiene declaración de impacto ambiental) estará diseñada para usar agua de depuradoras

Paneles solares para autoconsumo y priorizar el ferrocarril frente al camión, entre las condiciones

La empresa hará análisis de los vertidos para asegurar que no afectan al agua ni a los caladeros

Infografía del proyecto de Ionway en la ampliación de El Musel, con un buque quimiquero atracado en el duque de alba que dará servicio a la factoría.

Infografía del proyecto de Ionway en la ampliación de El Musel, con un buque quimiquero atracado en el duque de alba que dará servicio a la factoría. / LNE

Avance en el proyecto para la construcción de una planta de fabricación de productos para baterías de coches eléctricos en El Musel, que se prevé que llegue a crear hasta 900 empleos y sume una inversión del orden de los mil millones de euros en varias fases, la primera de ellas con una inversión de 594 millones de euros y la creación de unos 300 puestos de trabajo directos. El proyecto, promovido por Ionway, acaba de obtener la declaración de impacto ambiental, imprescindible para la obtención de la licencia de obras, aunque aún están pendientes otros trámites, entre ellos otro medioambiental como es la autorización ambiental integrada, imprescindible para que la factoría pueda entrar en servicio y en la que se concretarán las condiciones ambientales que debe cumplir la instalación. Un avance de las mismas ya se ha dado con la declaración de impacto ambiental, en la que el Principado ha añadido medidas correctoras adicionales a las previstas en el estudio ambiental de la empresa, incluyendo varias tendentes a reducir el consumo de agua potable, aprovechando el agua de lluvia y dejando la instalación preparada para la futura utilización de agua procedente de depuradoras urbanas.

El proyecto que impulsa Ionway, constituida por la belga Umicore y la alemana PowerCo Volkswagen, y que ocupará 45,5 hectáreas en la ampliación de El Musel, consiste en una planta química en la que se producirán precursores activos de cátodo (pCAM), un compuesto metálico que es la base para la fabricación de los cátodos de las baterías de los coches eléctricos, el elemento más valioso de las mismas. Se trata de un proceso con elevados consumos tanto de energía eléctrica como de agua, aspectos sobre los que se han implementado mejoras respecto a lo inicialmente proyecto por Ionway, tras el proceso de tramitación ambiental en el que se han recibido alegaciones de diversos organismos de la Administración, así como de colectivos y particulares.

En el caso del consumo de agua, el proyecto estima un consumo anual para el proceso fabril de 5,23 millones de m3 de agua suministrada por la EMA a través de la red portuaria.

En respuesta a las alegaciones que planteaban aprovechar el agua de lluvia limpia para lavarruedas, riegos y baldeos, así como para utilizar en el proceso industrial, Ionway se comprometió a instalar un depósito para recoger el agua de lluvia y también a valorar "periódicamente" el uso de otras alternativas para reducir el consumo de agua.

Infografica del proyecto de Ionway en la ampliación de El Musel.

Infografica del proyecto de Ionway en la ampliación de El Musel. / LNE

No asumió las alegaciones en las que se planteó que en lugar de agua potable utilice agua de la depuradora de Villapérez, por la obra necesaria para conectarla a esa depuradora a 20 kilómetros de distancia y el "considerable consumo eléctrico asociado". No obstante, la declaración de impacto ambiental obliga a que la futura planta de El Musel esté diseñada para poder usar "cuando esté disponible" aguas residuales urbanas depuradas.

Otras de las condiciones que se establecen es la obtención de la autorización del vertido, a través del emisario de Aboño, de las aguas del proceso fabril, previa depuración, siempre que no puedan ser reutilizadas en la factoría. Las condiciones del vertido se establecerán en la autorización ambiental integrada. Entre las medidas de vigilancia ambiental el Principado plantea análisis mensuales del efluente que se emitirá al emisario, así como un análisis previo y posteriores quinquenales del contenido de metales en moluscos para garantizar la no afección al medio marino y caladeros.

En cuanto a la calidad del aire, aunque el estudio ambiental recoge que la actividad no tendrá efectos significativos, se establece, entre otras medidas que el cierre perimetral de la factoría se haga con un apantallamiento de 5 metros de altura frente a los 2 metros planteados en el proyecto, como barrera frente las partículas provenientes de los acopios graneleros existentes en el Puerto. También se plantean controles por entidades externas de los focos de emisiones canalizados.

En una instalación que consumirá anualmente 620.000 megavatios/hora de electricidad, también se plantea en la declaración ambiental que instale paneles fotovoltaicos en las cubiertas de sus naves.

La redacción de un plan de movilidad que priorice el uso del ferrocarril y minimice el transporte por carretera y propicie el uso de vehículos eléctricos en sus instalaciones, son otros de los condicionantes. Además de este trámite ambiental superado el pasado 2 de julio y publicado ayer en el BOPA, Ionway ya cuenta con la concesión de suelo en El Musel y con el informe favorable del Consejo de Patrimonio de Cultura, este del pasado 28 de junio.

Nieves Roqueñí destaca la viabilidad de "un proyecto estratégico" para Asturias y "verde"

"Aunque avanzamos en la tramitación de este proyecto, todavía tenemos que esperar la decisión final de la empresa" y que esta así lo anuncie. Con esta cautela se pronunció ayer la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado, Nieves Roqueñí, quien añadió que "para el gobierno del Principado este proyecto impulsado por Ionway es un proyecto estratégico, no solamente porque de aprobarse generará una actividad industrial y empleo de calidad, sino porque también es el tipo de proyecto que queremos para la industria de Asturias del futuro, un proyecto verde, que supone fabricación de componentes para la electrificación de la movilidad en España".

La consejera resaltó que la Declaración de Impacto Ambiental otorgada "muestra la viabilidad del proyecto, ya que no se han considerado impactos significativos y las condiciones correctoras que se han propuesto en fase de proyecto hacen compatible su instalación en el emplazamiento elegido por la empresa" en El Musel.

Por su parte, la Coordinadora Ecologista de Asturias incidió en que "lamentamos esta insistencia empresarial de adjudicarnos las peores partes de los procesos de transición ecológica, en este caso, lejos de realizar una actividad más limpia y con más valor añadido, como sería el montaje de las baterías, se planifica el contaminante proceso de fabricación de estos componentes", cuestionando además el elevado consumo de agua de la EMA y los vertidos al mar.

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