Cultura

Se ha hecho esperar el verano en Asturias, pero eso no ha impedido que las fiestas de "prao", las verbenas o los festivales se hayan interrumpido. Lejos de ser así, las calles y los recintos se han llenado de gente (joven y no tanto) con ganas de quitarse de encima el invierno y llenarse de esa felicidad efímera que dan las vacaciones o las "casi" vacaciones.

He estado en muchas de estas actividades y esto, más allá del jolgorio, me ha llevado a pensar en lo importante que es que la ciudadanía tengo acceso a una oferta de ocio y de cultura amplia, variada y de calidad.

Soy poco amiga del "pan y circo". Entretenerse sin otro objetivo es fantástico, pero también debe haber la opción de hacerlo a través de la cultura y de la celebración de la misma.

Por desgracia, creo que la cultura y lo que ella conlleva no está suficientemente valorado en nuestra sociedad tan rápida y tan de resultados, no ya a corto plazo, sino inmediatos. El poso que deja da sus frutos a la larga, pero lo bueno es que son tremendamente duraderos.

El debate entre arte y ciencia es antiguo, lo positivo de nuestro tiempo es que esa división se difumina cada vez más lo que es lógico porque no funcionamos (o no deberíamos) como compartimentos estancos, sino como seres que conforman sociedades en las que hay que alimentar el cuerpo, pero también el espíritu.

Por ello, el acceso a la cultura en todas sus manifestaciones debería ser prioritario para cualquier sociedad, de ahí también la importancia que creo que debe darse a su fomento y a su acceso. Poder ir al teatro, al cine, a un museo, contar con buenas bibliotecas o tener espacios comunitarios en los que compartir y crear cultura contribuyen a que las personas tengan la oportunidad de disfrutar de la creatividad de otras o exponer la propia y eso, como sociedad, nos hace más libres y más conscientes de quiénes somos y de qué queremos ser.

En las aulas suele costarme bastante quitar el mito de que todo lo relacionado con la cultura está adscrito solo a una minoría. Cuando les digo que usen poesía a la hora de enseñar a niños y niñas quedan mirándome con cara de asombro y de vez en cuando, alguien con más atrevimiento me dice: "pero si es que es un rollo, no se entiende nada". Al leer textos en clase, al ver que se puede tratar este tema de forma que se entienda, pero, sobre todo, que se aprenda y se disfrute, todo cambia. Y esto es solo un ejemplo de entre los muchos que podría poner.

Así que espero que la cultura termine por ser puesta en el lugar que se merece y se le dé la importancia que realmente tiene. Y es que "la vida debe ser culta, pero la cultura debe ser vital". Ahí lo dejo.

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