Opinión

Somos esperanza

La impagable labor de Cáritas a favor de los más vulnerables

Inaugurábamos el mes de junio con la alegría de celebrar una emotiva fiesta cargada de inocencia y de emoción, el "Corpus Christi". La celebración que los creyentes vivimos como una llamada a la entrega de uno mismo por la humanidad, que nos recuerda y nos invita a actualizar gestos concretos en nuestra vida diaria, a partirnos y repartirnos por nuestros hermanos, especialmente, por las personas más vulnerables. Una jornada en la que en tantos rincones de nuestra ciudad salían procesiones engalanadas de flores que nos invitaban a ser un compromiso, un pan partido en favor de los más necesitados. Por nuestras calles nos cruzamos con la mirada de un Jesús que acoge, se regala, comprende. En sus ojos, nos decía, cabemos todos. Una mirada que nos invitaba a mirar al mundo sin miedo: para poder ver desde el corazón, sin poner excusas. Una mirada hacia el prójimo que nos lleve a la acción, al compromiso por un mundo mejor, más digno y justo para todos. Una invitación para ser luz y acabar con la oscuridad en el mundo, para dar vida, consolar, abrir caminos.

En esta fiesta, nuestras Cáritas de Oviedo nos invitan a mirar a nuestro alrededor. Como dice su lema: "Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza". Allí donde nos necesitas, sea cual sea tu historia, estamos y queremos estar, como Iglesia, como comunidad cristiana, como Cáritas, contigo, con las personas más vulnerables, alzando la voz para denunciar el sufrimiento, la falta de oportunidad y de acceso a los derechos, y para anunciar la buena noticia de la esperanza en cada camino nuevo que se traza, en cada puerta que se abre, en cada encuentro que invita a empezar de nuevo.

El amor al prójimo, la gratuidad y el servicio que vertebran la acción de Cáritas son semillas de un bien común para toda la ciudad, y sus brotes se concretan y se hacen visibles en las vidas de las personas que vuelven a sentirse dignas porque son miradas y escuchadas desde la acogida y el cuidado.

Para nuestras Cáritas de Oviedo abrir camino a la esperanza no es solo una utopía, es una tarea valiente, comprometida y cotidiana que conlleva responsabilidad afectiva y efectiva, coherente y cercana.

Durante este año, Cáritas Diocesana de Oviedo acompañó, desde sus Cáritas Parroquiales y Arciprestales, a un total de 12.428 personas que conviven en una totalidad de 5.157 hogares, lo cual, ha supuesto un aumento de un 5,4% y el 6,5% de hogares y de personas. Especialmente en Oviedo, donde se produce el mayor incremento de hogares acompañados, un 24% respecto al año anterior. Los 25 equipos de Cáritas Parroquiales del Arciprestazgo de Oviedo, han acompañado a 1.577 hogares, donde viven 3.728 personas, atendiendo a la cobertura de las necesidades básicas, vivienda y suministros, ayudas en salud y formación. Así como otras atenciones especializadas de acogida, promoción y desarrollo, como el Albergue, donde se acogieron a más de 900 personas, en el CEA a unos 128, en la Red Hogares, con 45 usuarios, los Proyectos de empleo para 400 hombres y mujeres, y tantos ostros proyectos que se han multiplicado para dar cobertura a una solidaridad sin distinciones. Toda esta acción, ha sido posible gracias a la labor de 328 personas voluntarias y a la solidaridad de tantos ovetenses, de tantos hombres y mujeres que viven el compromiso y una mirada desde el corazón y la esperanza.

No podemos mirar para otro lado. Tenemos que "mirar y enredarnos", sí o sí. Estamos llamados a construir una nueva convivencia más justa y equitativa para todos. Que se note nuestra proximidad, esa cercanía y cuidado de los otros que nos hacen "prójimo", que nos hacen salir de nosotros con generosidad. Solo creando lazos de colaboración y ayuda, nace la fraternidad. La sociedad se construye desde la comunidad. Sintamos la responsabilidad de vincularnos, de no desentendernos de lo que acontece a nuestro alrededor.

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