Opinión

Calma histórica

El título de hoy, me surgió a raíz de las presentaciones del libro “SALAS: Historia y futuro”, editado por el Ayuntamiento de Salas, realizadas los pasados 6 y 8 de junio, en el Club La Nueva España de Oviedo, y en la Casa de la Cultura de Salas, respectivamente, cuya extraordinaria asistencia de público, y acogida, en ambos sitios, agradezco muy sinceramente, en nombre de todos los altruistas participantes en el mismo, asociaciones y particulares.

 Tuvimos oportunidad de recibir decenas de comentarios sobre nuestra villa y concejo, de amables lectores, todos cariñosos, en los que bastantes, aplaudiendo y felicitando el nacimiento del libro, aludían a lo que mi amigo, el arquitecto Jesús Álvarez Arango (profesional cualificado y reconocido, escritor, pintor… persona inteligente, dotado de una fina ironía, cualidad esta inherente a la inteligencia, siempre y cuando no roce la inconveniencia) califica en su estupendo artículo “Salas desde mi plomada”, que figura en el antedicho libro, como “calma histórica que es seña de identidad de la vida en Salas.”

Si bien es cierto que son varios los escritores que hacen mención a esta calma, achacándolo a que la villa de Salas fue, durante siglos, “aduana” de paso de personas y mercancías, donde había que pagar peaje de tránsito, con parada y fonda, lo que, entre otras cosas, representaba cierta comodidad laboral, no debemos olvidar que el saber vivir es un arte que no todo el mundo tiene, ni practica, pues casos conocemos de personas que, pudiendo hacerlo bien, dentro del concepto general que casi todos tenemos, optan  por otro estilo, siempre respetable.

Salas reúne muchas características para vivir bien, a saber: buenas gentes y buena vecindad, buen clima, buena situación geográfica, buenos servicios, buenos productos, agrícolas, ganaderos, de sus ríos, huertas y demás, precioso y valioso casco histórico y monumental, etc.

Por eso no debe sorprendernos que últimamente haya quienes decidan cambiar de residencia, y pasar a engrosar nuestro censo, como otros hicimos hace ya más de cuarenta y cinco años, y felices de haber tomado esa decisión.

Pero hemos de matizar un poco esa “calma histórica” y no confundirla con otra “virtud” no tan digna de aplauso, como es la vagancia, y que los árboles no nos impidan ver el bosque.

El diccionario define la calma, referida a las personas, entre otras acepciones, como ”tranquilidad de ánimo, la fortaleza emocional del sujeto que no se deja afectar de un modo negativo por las circunstancias externas”. Es, por tanto, una virtud.

Desde siempre, en el concejo de Salas, como en todos, hubo y hay emprendedores, y buenos empresarios y comerciantes, radicados principalmente en los tres centros de mayor población (Salas, Cornellana y La Espina), pero también en otras localidades del municipio (Malleza, Mallecina, Priero, San Vicente-Arcellana), etc.

A día de hoy son muchas las empresas salenses que gozan de prestigio en diversos ramos: construcción y sus materiales, ferreterías, mueblerías, transportes de pasajeros y mercancías, alimenticias (cárnicas, cafeteras, derivados lácteos, confiterías-pastelerías…) madereras y forestales, armaduras y estructuras metálicas, talleres del ramo del automóvil, maquinaria agrícola y ganadera, servicios veterinarios, lavandería industrial, extracción de minerales, etc. 

Hemos de destacar las varias explotaciones de vacuno, de raza frisona, situadas, por su morfología, entre las cien mejores de nuestro país, coronándose recientemente, en la pasada feria ganadera de San Antonio, en el recinto Luis Adaro de Gijón, como mejor vaca frisona de Asturias, y “gran campeona”, la res “Venturo Hotjob Romilita”, de la ganadería Casa Venturo, de Idarga, a quien felicitamos por su merecido galardón.

Clara mención han de tener así mismo, los autónomos que, en múltiples actividades, atienden las necesidades del concejo, aunque en algunas de ellas, es posible que exista nicho de mercado para dar cobijo a más profesionales. Es aquí donde nos gustaría lanzar un guante, o varios, a nuestros jóvenes, mujeres y hombres, y a los desempleados, pues en las tres localidades principales ya citadas, podemos encontrar muchos y buenos locales comerciales cerrados, desde hace tiempo, que bien podrían ser valorados y revivir.

Si queremos atraer población, y la próxima puesta en marcha de la fábrica de Royal A-ware, en la antigua Danone, traerá sin duda oportunidades a considerar, hemos de tener bien cubierto y atendido el abanico de servicios a ofrecer, y dentro de ellos el capítulo vivienda tiene especial importancia. No esperemos a que los posibles interesados busquen acomodo en otras localidades.

Las celebraciones que con tanta brillantez, en cantidad y calidad, se están llevando a cabo todo este año, principalmente en Cornellana, conmemorando el milenario del Monasterio de San Salvador, han de marcar la estela a seguir de ahora en adelante en nuestro municipio, con proyectos ambiciosos, pero realizables, en todos los campos y sectores.

Hemos de mirarnos en el espejo que nos brindan aquellas personas, o familias, que han decidido dar el paso y emprender, y que, con dedicación, esfuerzo y buen servicio, han logrado y están logrando sacar adelante sus proyectos y permitirse vivir, cubriendo más que suficientemente sus necesidades, además de sentirse realizados.

No olvidemos que “Siempre hay una oportunidad para marcar la diferencia” (Michael Dell) y que “El secreto para salir adelante es comenzar” (Mark Twain).

De modo que trabajemos, con calma, pero trabajemos.

Salud y buen ánimo.