La increíble reacción de Ginés tras la expulsión de Yaiza en Supervivientes: "El tema de los gramos lo llevo bien"

Aparentemente debía haber quedado muy tocado. Al menos a priori y tras casarse con ella en la isla de Honduras de Supervivientes. Pero no, Ginés Corregüela no pareció excesivamente triste tras la expulsión directa y disciplinaria de Yaiza, su novia. Se queda sin ella en el concurso tan solo unas semanas después de que aterrizase en el mismo.

Lo cierto es que en el momento en que Jorge Javier Vázquez anunció la decisión de la dirección de Supervivientes de expulsar a Yaiza, con todos los concursantes en la palapa, Ginés permaneció más bien impertérrito. No hizo siquiera ademán de abrazarla o darle un beso, al menos en el rato que permaneció la imagen en pantalla de Telecinco.

De hecho, Jorge Javier se fijó en esta reacción -o más bien ausencia de reacción- y la remarcó durante la gala. Mientras, la hija de Ginés celebraba con gran algarabía la expulsión de la novia de su padre.

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Ginés, rey de los bocadillos y de la hamburguesa

Pero, más allá de su reacción, la prueba de que la expulsión de Yaiza no pareció afectarle en demasía fue la competición a la que se enfrentaron los concursantes después de que se diese a conocer la dura sanción contra la novia de Ginés. El conocido como Rey de los Bocadillos se mantuvo intensamente concentrado. Tanto que se alzó ganador de la misma y en los próximos días tendrá el collar de líder que le dotará de inmunidad y le permitió, de paso, poder hacer una nominación directa contra Jonan.

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Más allá de demostrar que no le había afectado en exceso la expulsión de su compañera Yaiza, con la que ha llegado a casarse en Supervivientes, Ginés demostró también con la prueba de este jueves que sí, sin duda, es el Rey de los Bocadillos. Se hizo famoso por las monstruosidades gigantes que se hacía mezclando ingredientes de todo tipo.

Y este jueves enseñó a todos los telespectadores que se conoce al dedillo todos los secretos del mundo de los bocadillos. Lo hizo en una prueba, un clásico de Supervivientes, en la que en esta edición la protagonista fue la hamburguesa.

El concurso puso una hamburguesa delante de las narices de cada concursante. Una gran tentación, con todos pasando muchas hambre a estas alturas del programa. ¿Y qué había que hacer? Comer lo justo, un poquito, para que la hamburguesa y su plato pesasen 750 gramos. De salida, pesaban 800. No se podían pasar de ingerir 50 míseros gramos. Y si alguien comía de más, quedaba descalificado.

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Pues bien, Ginés demostró tener un ojo increíble y una maña tremenda para calcular los pesos. La mayoría de concursantes se pasaron, especialmente Manuel Cortés. Ginés no solo contuvo su hambre, sino que tuvo la frialdad para hacer su propio cálculo intuitivo de los pesos. Junto a él, lograron no pasarse de los 50 gramos Adara, Asraf y Raquel Arias. Pero estos dos últimos se alejaron más de los 750 gramos pedidos y los dos collares de la inmunidad se fueron para Adara y Ginés, enemigos íntimos declarados.

Adara se aproximó bastante, dejando 769 gramos de hamburguesa y plato. Pero es que Ginés casi clava los 750: consiguió dejar 753 gramos. Él estaba seguro de su victoria antes de saber su resultado: "He sido frutero; el tema de los gramos lo llevo bien".

Y así fue. Collar ganado, pudo terminar de comerse la hamburguesa y todo un soplo de energía fresca tras la expulsión de su querida Yaiza. Aunque tal pareciera en el directo de Supervivientes que no le afectó demasiado...