Ana María era una vecina de Langreo que en noviembre de 2023 tenía programada su eutanasia. Tenía 51 años. Llevaba desde 2018 diagnosticada de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), había alcanzado un grado muy alto de deterioro físico y sospechaba que apenas le quedaba poco de vida. Pero ella quería acortar ese sufrimiento.