Opinión

La mar de Oviedo brota por las fuentes

Dicen que Oviedo no tiene mar pero sí; en cartografías del siglo XVI se documentan la Mar de Oviedo y la de Santillana; la primera del Eo al Sella, luego ampliada hasta el Deva en Tina Mayor. Anima ver estos días el hondo azul de la Mar de Oviedo brotando por la Escandalera, Pedro Miñor, Pumarín, Plaza de América, Glorieta de Castilla..., como en un cuento azul, del color azul veloz de la carrocería del Blue Bird de Malcolm Campbell, o el de aquel Renault de Fernando Alonso; el color de "La estrella de Adán", el zafiro de Ratnapura, el color obsesivo de Ives Klein, el azul introspectivo y conceptual del artista ovetense Armando Pedrosa. ¡Ah! El azul es un color necesario para la vista, el azul ultramar, el más caro de la paleta de colores.

El agua es transparente si la observamos en un vaso o saliendo de un grifo, en cambio, en grandes cantidades, cuando el sol se refleja en ella, absorbe los tonos cálidos y muestra los fríos azules, hielo de glaciar, las armonías tranquilas de los mares de lobelia y los caladeros del atún azul. De ahí que nuestro alcalde haya coloreado nuestros surtidores urbanos con la disolución de un tinte azul, como la franja inferior de la bandera de Teverga, que no contamina, mancha ni tiene efecto sobre los tejidos o la piel, incuso puede beberse sin perjuicios para la salud; un azul como el color del medallón central, la amatista original de la Cruz de La Victoria.

Estos días, lo que no es azul es delito. Somos azul-Real Oviedo, azul Pelikán, azul Pilot, almas de lapislázuli; pinchan nuestras venas y sangramos azul-Principado; son nuestros sufrimientos como las hortensias que vinieron de Asia, de las orillas del Yangtsé, el río Azul. Blasón y balón ondean en la bandera de Asturias y en la de Oviedo, del color de las pupilas que Julia Espín clavó en el corazón de Bécquer, el azul de la camiseta de Lángara, el color del pensamiento, de la oscuridad devenida visible; azul domingo, esperanza de cielo.

¡Hala, Oviedo! Te hacemos la ola. ¡Hola, mar!

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