La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: El Cacique, el congelador y la Santina

Pues nada, amiguinas y amiguinos, habrá que seguir esperando, al menos en el momento de escribir estas líneas, para saber quién será por fin el nuevo entrenador del Oviedo. Los que saben de esto nos cuentan que la propiedad de la casa azul ha decidido echar el freno de mano y meter en la nevera –no se sabe si en el cesto de las verduras y hortalizas o directamente en el congelador– la contratación de Cacique Medina.

Así que hay que volver a la casilla de salida, aunque no a la de hace ya más de una semana, cuando Carrión se reunía con Jesús Martínez en el Reconquista y días después se despedía del oviedismo para poner rumbo a Las Palmas. Ojo, que el catalán, según explicó MAR, ex del Sporting, aterrizó en la isla en parte gracias a que "hice fuerza".

Algún día, más pronto que tarde, se sabrá con exactitud qué ocurrió con Carrión y los motivos por los que ahora Cacique Medina, apuesta personal del dueño del club azul, amante del estilo presidencialista que bien se conoció y se cocinó en el "fúrgol" español de los años noventa, no encaja del todo en los planes del Oviedo. Puede que la condena a la nevera tenga que ver con la furibunda reacción de parte del oviedismo contra la elección del nuevo técnico.

Por la mañana, a eso de las once, cuando ya había pasado el lechero, todo era "ok, José Luis" cuando se preguntaba sobre el Cacique. Pero, ¡oh, Jerusalén!, después de la siesta todo cambió y se pasó al "seguimos trabajando en ello". Ya se sabe que en esta vida todo es interpretable, mutante y alterable. Así que la expedición azul para hallar el Santo Grial en busca del nuevo capitán de la nave sigue en ruta. Y que la Santina la guíe, ¿oyisti, güey?

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