Las dificultades de la siderurgia asturiana

El mes en el que ArcelorMittal parará uno de los dos hornos altos si no mejora la demanda: reacciones a la decisión

La multinacional ya incluye el ajuste en su presupuesto para 2024

Los sindicatos exigen que se justifique la medida y el Principado confía en que no sea necesaria

El mes en el que ArcelorMittal parará uno de los dos hornos altos si no mejora la demanda: reacciones a la decisión

El mes en el que ArcelorMittal parará uno de los dos hornos altos si no mejora la demanda: reacciones a la decisión

ArcelorMittal parará uno de los dos hornos altos de Veriña (Gijón) a partir de abril y durante tiempo indefinido si antes no mejora la situación del mercado, aquejado por una baja demanda de productos siderúrgicos y la entrada de importaciones extracomunitarias. La empresa lo anunció este jueves por la mañana en Avilés a 600 mandos de la compañía durante la presentación interna del presupuesto para este ejercicio y por la tarde a los comités de empresa. La parada del horno alto tendría efectos sobre el conjunto de las instalaciones siderúrgicas en Asturias, en las que trabajan cerca de 5.100 personas.

Fuentes de la dirección de la multinacional aseguraron que la decisión de paralizar uno de los dos hornos altos (los únicos existentes en España) "no está tomada" y que se adoptará en función de cómo evolucionen los pedidos. No obstante, el presupuesto y planificación anual incluye esa posibilidad por si hubiese que recurrir a ella, señalaron. Se trata, dijo un portavoz, de estar "preparados para parar si las condiciones de mercado no mejoran". Según la compañía, se está "evaluando el mercado permanentemente". De acuerdo con los datos de producción que tiene la empresa en la actualidad, la previsión presupuestaria para 2024 se ha hecho contando con un solo horno en funcionamiento a partir del 1 de abril.

Ante la falta de mayor concreción, los tres comités laborales de ArcelorMittal en Asturias (Gijón, Avilés y Aboño) expresaron tras la reunión su "malestar por la falta de información sobre una comunicación de tanto calado, que afectaría tanto a las producciones como al empleo" y reclamaron un nuevo encuentro cuanto antes "en el que se informe debidamente de los datos en los que se ha basado el grupo para elaborar esta previsión".

La comunicación a los comités la hizo la dirección de relaciones laborales de la empresa, sin presencia de responsables de producción ni de departamentos económicos de la compañía. Fuentes sindicales explicaron que no hubo aporte documental que justificase la medida.

La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado, Nieves Roqueñí, señaló que la compañía ya había comunicado al ejecutivo asturiano su previsión de que pudiera tener que parar el horno alto A y funcionar exclusivamente con el B a partir de junio a la vista de la evolución de los pedidos, el coste de los derechos de emisión de CO2 y de la demanda mundial de productos siderúrgicos.

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La posible parada de uno de los dos hornos altos de ArcelorMittal en Asturias –instalaciones cruciales que abastecen al resto de las plantas asturianas y, desde ellas, a parte de las factorías españolas de la multinacional– se producirá, de confirmarse finalmente la decisión, cuando son aún muchas las incertidumbres que pesan sobre el grupo siderúrgico en la comunidad.

La más relevante de todas es la inconcreción de la compañía sobre la inversión en el horno de reducción directa del mineral de hierro mediante el concurso de hidrógeno verde (DRI) que sustituiría a uno de los dos hornos altos y que posibilitaría el inicio de la descarbonización parcial del complejo siderúrgico asturiano, garantizando con ello su continuidad futura.

La multinacional aprobó en julio el proyecto del horno eléctrico híbrido, que sustituirá a la acería de Gijón (una de las dos existentes en Asturias), pero aún no el DRI, que es la actuación más costosa (del total de 1.000 millones estimados para el conjunto del plan) y para la que el Consejo de Ministros le otorgó el 4 de abril una ayuda con cargo a los fondos europeos de 450 millones.

En diciembre, la multinacional comunicó a la representación laboral en su comité europeo la paralización temporal de todos sus proyectos de DRI en la Unión Europea debido a los costes de la energía en el continente.

En el caso de Asturias, sigue pendiente de despejar a su vez el convenio colectivo (desarrollo del acuerdo marco ya pactado en mayo), el plan de empleo (y salida de los trabajadores nacidos en 1962) por la sustitución de la acería de Gijón, el plan de igualdad y el de empresa saludable. 

Roqueñí expresó la esperanza del ejecutivo asturiano de que las previsiones en las que se fundamenta la posible decisión no sean finalmente "tan negativas" y que "se pueda ir recuperando la producción", de modo que "no haya que someter a Asturias a este ajuste". La consejera dijo que su departamento espera que "las decisiones de carácter coyuntural que toma la empresa en Asturias tengan la menor repercusión posible tanto sobre el empleo como sobre la actividad de una compañía que tiene un efecto tractor sobre la región".

Medios laborales y sindicales señalaron que en la compañía ya se rumoreó la posible parada de un horno alto en diciembre, cuando la empresa planteó prolongar el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas productivas vigente desde el 3 octubre en el conjunto de las plantas españolas integradas en el llamado "clúster Asturias", que incluye las plantas de Asturias, Sagunto, Etxebarri, Lesaka y Legasa, y que finalizaba el 31 de diciembre. Ante la falta de acuerdo con los sindicatos, la dirección de la compañía anunció el 28 de diciembre la prórroga del ERTE de modo unilateral durante doce meses, hasta el 31 de diciembre de este año, y que justificó "en la situación de baja demanda y alto número de importaciones de productos de fuera de la UE". El ERTE es de aplicación en España a 6.500 trabajadores, 5.100 pertenecientes a plantas de Asturias.

Que el ERTE tenga vigencia hasta el 31 de diciembre apunta a que, de aplicarse la medida de parar uno de los hornos alto, esta decisión podría prolongarse probablemente en lo que resta de ejercicio, que es lo que recoge por otra parte el presupuesto para este ejercicio que presentó este jueves la empresa a varios niveles directivos.

La parada de un horno alto es una medida de gran trascendencia en la siderurgia y suele adoptarse en casos de crisis y fuerte empeoramiento del ciclo económico. La última vez que se hizo en Asturias por la situación del mercado fue entre el 28 de septiembre de 2022 y el 6 de febrero de 2023. De producirse de nuevo este año, será la quinta vez que ocurra en Veriña desde la crisis financiera internacional de 2008, sin contar con el apagado forzoso del horno alto A entre el 22 de marzo y el 17 de julio de 2023 por el incendio que dañó la instalación.

La parada de un horno alto entraña ajustes en instalaciones anexas (como el parque de carbones, los sínter y otras), así como en las acerías –que reciben menos arrabio– y en los talleres acabadores y de transformación. Las plantas asturianas están diseñadas para que operen con dos hornos y la falta de uno exige adaptar toda la estructura productiva.

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Las grandes patronales industriales españolas integrantes de la Alianza por la Competitividad plantearon este jueves al ministro de Industria, Jordi Hereu, y a la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, diversas propuestas para reducir el precio de la energía, aumentar el peso de la inversión, avanzar en la simplificación normativa y agilización administrativa, mejorar la logística y transporte de mercancías, reforzar la autonomía estratégica, progresar en la digitalización de la industria, la economía circular y la neutralidad climática, y desarrollar el talento y nuevas competencias profesionales en el ámbito industrial.

En la reunión participaron representantes de los sectores siderúrgico, automoción, refino, papel químico, alimentación y bebidas, cemento, materias primas minerales y componentes de automoción.

El ministro les transmitió el compromiso del Gobierno para seguir impulsando la competitividad de la industria española, «un sector prioritario tanto por su peso en la generación de riqueza, como en la creación de empleo de calidad. Hereu mostró su disposición para potenciar la gobernanza y la coordinación, tanto con otras administraciones públicas, como con los representantes del sector industrial y los agentes sociales. 

El ministro enfatizó su apuesta por la reindustrialización y el fortalecimiento de la industria española para aumentar su peso en la economía nacional.

Los representantes de la Alianza valoraron favorablemente la creación de la Secretaría de Estado de Industria.

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