Historia de "3.019", la mujer con un bebé que fue enterrada sobre Lucus Asturum hace más de diez siglos

En la excavación llevada a cabo este año en la zona de La Rectoral de Lugo han aparecido unas veinte inhumaciones de época medieval según los resultados preliminares de la campaña. Hay restos de hombres, mujeres, niños y prepúberes. Y en una de las tumbas un bebé enterrado con la que se supone que es su madre, que lo tenía entre sus brazos. Ella es "3.019", el número asignado a efectos de registro y documentación, uno de los hallazgos en las tumbas encontradas, que tendrían más de diez siglos y que salen ahora a la luz para arrojar algo más de claridad a la apasionante historia del pasado del territorio llanerense.

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No es posible determinar de momento los pormenores de las causas de la muerte de la mujer y el bebé. Si pudieron haber fallecido a la vez, en un trance como el parto, o son parientes, lo dirán los futuros estudios sobre los restos, ya en una fase más avanzada del trabajo de análisis que queda por delante. Sí se puede ofrecer respuesta a algunas otras preguntas que asaltan al profano. Por ejemplo, ¿por qué la mujer se llama "3.019"? La da Esperanza Martín, arqueóloga de esta campaña en La Rectoral, con resultados de época medieval, y de las anteriores impulsadas en Llanera, en La Castañera, en el yacimiento romano de Lucus Asturum.

"En una excavación, en arqueología en general, utilizamos unidades estratigráficas, que, dicho de manera muy simple, consiste en ir numerando cada una de las entidades diferentes, de los niveles, de las coberteras, de los espacios, con un número correlativo. Y '3.019' es lo que es la tumba de esta mujer. '3019' es, digamos, el esqueleto y todo los sedimentos alrededor del cuerpo, '3019d', la zona de las lajas, '3019b', la de la base... Con las letras diferenciamos las diferentes naturalezas", explica Martín.

Hay muchas más cuestiones sobre las que da información esta necrópolis de La Rectoral. Entre los esqueletos hallados hay algunos "que presenta accidentes en su juventud y una curación, uno por ejemplo que tiene fusionadas tres de las vértebras de la zona lumbar y se le han soldado mal, con lo cual el pobre muchacho, que murió antes de los treinta años, tuvo que estar inclinado toda su vida". Además de la mujer con el bebé en los brazos, se ha encontrado un niño "con una edad máxima de ocho años", cálculo que se estima a partir del estado de desarrollo que habían alcanzado alguno de sus huesos, como los de la zona pélvica, "todavía sin terminar de formarse".

Saber si eran parientes y otras circunstancias relativas a los individuos serán objeto de las conclusiones que dentro de unos meses puedan ofrecer los expertos. "De lo que hablamos ahora en todo momento son de resultados preliminares que nos dan los antropólogos, pero hay que limpiar por completo los huesos, dejarlos secar, ver, por ejemplo, si tienen cálculos dentales... Ya veremos si se pueden hacer estudios genéticos o no", indica Martín.

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La zona de la necrópolis es un punto en el que no se había tocado durante campañas de hace ya muchos que se llevaron a cabo por parte, entre otros, de Carmen Fernández Ochoa y que ya habían encontrado tumbas. Al ser un lugar diferente del mismo entorno, en el de La Rectoral, se esperaban buenos resultados, pero no tan excepcionales como los habidos. "El balance que tenemos ahora a la vista es el de la veintena de inhumaciones. Sabemos que hay más, pero no hemos podido agotar porque el volumen de material ha sido brutal", indica la arqueóloga.

Entre las tumbas las hay de diferentes tipologías, mayoritariamente en fosa, pero no en todos los casos. "Hay algunas que están aprovechando los muros romanos, otras que simplemente están realizadas con piedra de los muros romanos pero poniendo las lajas en vertical. En otros casos usan esas piedras pero conforman lo que son una suerte de muros alrededor del finado, unas tienen cobertera de grandes lajas, otras cubierta tumular, unas tienen cabecera y otras no. Algunas presentan algunas orejetas, que es una cosa bastante típica del siglo IX en adelante...", explica Martín.

Esa es la época a la podrían corresponder las tumbas halladas en esta campaña. La datación, también preliminar, propone un periodo entre los siglos IX y X. Es decir, que la mujer '3.019' con el bebé entre su brazos podría haber sido enterrada hace más de diez siglos, siempre que los estudios y análisis que restan lo confirmen, pues las fechas se plantean a partir de la de los restos cerámicos encontrados y podría variar a lo largo del trabajo de estudio y análisis pendientes ahora.

¿Se puede seguir hablando de Lucus Asturum, yacimiento romano, para hacer referencia a este otro de La Rectoral que ha sacado a la luz material de época medieval? Lucus Asturum es, efectivamente, el asentamiento romano. "Debajo de la necrópolis medieval tenemos sustrato romano, lo que pasa es que no lo hemos alcanzado todavía con facilidad. Hemos dado con tres muros y parte de lo que es un suelo. Está debajo de toda la necrópolis, pero estar está", indica Martín.

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Esa es la época a la podrían corresponder las tumbas. La datación, también preliminar, propone un periodo entre los siglos IX y X. Es decir, que la mujer "3.019" con el bebé entre su brazos podría haber sido enterrada hace más de diez siglos, siempre que los análisis que restan lo confirmen, pues las fechas se plantean a partir de la de los restos cerámicos encontrados y podrían variar con su estudio.

¿Se puede seguir hablando de Lucus Asturum, yacimiento romano, para hacer referencia a este otro de La Rectoral que ha sacado a la luz restos de época medieval? Lucus Asturum es, efectivamente, el asentamiento romano. "Debajo de la necrópolis medieval tenemos sustrato romano, aunque no lo hemos alcanzado todavía. Hemos dado con tres muros y parte de lo que es un suelo. Está debajo de la necrópolis, pero estar está", dice Martín.