Opinión

El tabaco, un asesino silencioso

Un hábito que mata a ocho millones de personas al año en el mundo

Hay un invento que se ha cobrado varias decenas de millones de vidas en el siglo XX y que de seguir como hasta ahora se cobrará 1.000 millones más en el siglo XXI. Se trata del fumar.

Según la Organización Mundial de la Salud el tabaco mata a ocho millones de personas al año en todo el mundo (¡más de 900 muertos al día!) de las cuales nada menos que 1,3 millones son de fumadores pasivos, lo que anima a prohibir fumar en todos los sitios en los que se produce este fenómeno como en las terrazas de bares y restaurantes. Para darnos una idea de la enormidad del problema basta considerar, como indica Rutger Bregman, que esta cantidad de muertos es más que la suma de los fallecidos por malaria, tuberculosis, accidentes de tráfico, el cambio climático, las guerras y las catástrofes juntos. La mitad de los fumadores que no lo dejan mueren a causa del tabaco. El tabaco es la primera causa de cáncer y de mortalidad evitable en los países desarrollados. Por otro lado, el tabaquismo tiene un coste enorme que incluye los tratamientos sanitarios y la pérdida de capital humano por su morbilidad y mortalidad.

En España fuman alrededor del 26% de los hombres y del 19% del las mujeres mayores de 15 años, provocando en torno a 63.000 muertes anuales, es decir, 172 al día, siendo responsable del 30% de todos los cánceres diagnosticados, además de buena parte de otras enfermedades como las cardiovasculares y la epoc.

En los últimos años se ha puesto de moda el cigarrillo electrónico o vapeo del que se ha dicho que es menos nocivo que el cigarrillo normal. Pese a no tener tabaco, diversas investigaciones independientes han demostrado que muchos vapeadores contienen más nicotina, que es tóxica y adictiva, que un paquete entero de cigarrillos y que las personas que empiezan con el vapeo tienen el triple de posibilidades de convertirse en fumadores de cigarrillos.

En unos cuantos años muy probablemente ocurrirá con el fumar como con los toros que la población se asombrará de que hubiesen existido tales costumbres sin impunidad alguna.

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