Opinión

Si eres varón y estás en los 50, por favor, no lo ignores

Tras el Día Mundial del Cáncer de Próstata

Yolanda Calero es Presidenta de la Junta Provincial de Asturias de la Asociación Española Contra el Cáncer

Los "Días Mundiales" sirven para concienciarnos y dar mayor visibilidad, en este caso, a una enfermedad cada vez más diagnosticada. Según datos del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer, el cáncer de próstata es el tumor más frecuente entre los hombres con 33.769 nuevos casos 2023 en España, de ellos 893 lo fueron en nuestra Comunidad. Por causa de este tumor el pasado año fallecieron 6.011 enfermos en nuestro país y de ellos 188 en Asturias. El cáncer de próstata es el tumor de mayor tasa de mortalidad en varones tras el pulmón y el colon.

Sin embargo, y pese a que la curación de este cáncer ronda el 90% cuando se diagnostica de forma precoz, los hombres siguen sin ser del todo conscientes de la importancia de someterse a revisiones periódicas para prevenirlo.

Unas breves notas sobre la glándula prostática. La próstata se encuentra en la pelvis situada detrás del pubis, delante del recto e inmediatamente por debajo de la vejiga de la orina. Su función principal es aportar nutrientes a los espermatozoides (fructosa principalmente) durante su trayecto hasta alcanzar el ovulo para su fecundación. Anatómicamente, se describe con forma similar a una castaña y su tamaño tiende a aumentar a partir de los 50 años, causando diferentes complicaciones a partir de esta edad.

El principal factor de riesgo del cáncer de próstata es el paso del tiempo, especialmente a partir de los 50. Pero, además, se han descrito otros factores que también pueden influir en el desarrollo de la enfermedad.

La dieta y la obesidad pueden estar asociadas a los casos más agresivos. Hay evidencia de que las dietas con alto contenido en grasas podrían aumentar el riesgo de cáncer de próstata, así como la ingesta de mucha carne roja y productos lácteos con alto contenido en grasas, aunque aún no hay una evidencia significativa.

Los antecedentes familiares pueden considerarse otro factor de riesgo. Así, la existencia de casos de cáncer de próstata en familiares de primer grado (padre, hermanos, hijos), aumentan el riesgo, sobre todo, si se ha diagnosticado en edades tempranas.

En un pequeño porcentaje de casos, el cáncer de próstata puede estar relacionado con ciertos cambios genéticos. Existen algunas familias con mutaciones en los genes BRCA (asociados también al cáncer de mama), o en el síndrome de Lynch (cáncer colorrectal hereditario), que aumentan el riesgo de padecer un cáncer de próstata.

La raza tiene cierta influencia en la aparición del tumor. Por causas aún no bien conocidas, el cáncer de próstata es más frecuente en varones afroamericanos. Los hombres de ascendencia asiática o los habitantes de las islas del Pacífico tienen las tasas más bajas de incidencia y mortalidad. Los países del sur de Europa, como España, Grecia o Italia, presentan una tasa de cáncer de próstata también más baja.

¿Qué se puede hacer para prevenir el desarrollo de la enfermedad?

La puesta en marcha de hábitos de vida saludable siempre es aconsejable para mantener un buen estado de salud y prevenir muchas enfermedades. También las patologías asociadas a la próstata y al cáncer de próstata.

Por tanto, mantener un peso adecuado, una dieta saludable (que sea variada, baja en grasas, con un alto consumo de frutas y verduras), y realizar actividad física regular, tiene un papel a considerar en la prevención del cáncer de próstata, sobre todo, en la aparición de los casos más agresivos.

También se aconseja evitar una ingesta excesiva de calcio (por ejemplo, alimentos suplementados con calcio) si no están justificada por una causa médica.

Disminuir o incluso mejor eliminar el consumo habitual de alcohol y suprimir el hábito de fumar son también conductas muy aconsejables para mantener en buenas condiciones la salud general de nuestro organismo.

¿Qué tipo de síntomas nos deben alertar para tener una consulta con el urólogo? Cualquier sintomatología que indique un cambio en la emisión de la orina: la dificultad para orinar, el retardo en el inicio de la micción y disminución de la fuerza del chorro miccional o la intermitencia del mismo, el cambio en la frecuencia y necesidad de levantarse por la noche para ir al baño, la incontinencia por urgencia miccional, el dolor al orinar o en la eyaculación y el cambio de color en la orina por aparición de sangre. Cualquier cambio o dolor de nueva aparición relacionado con la función urinaria debe ser motivo obligado de consulta con el especialista. Por último, es importante remarcar que el cáncer de próstata en sus estadios iniciales no presenta síntomas o son indistinguibles de los provocados por la hiperplasia/hipertrofia benigna de próstata.

Por ello, aunque no haya síntomas es pertinente y necesario realizar una consulta con el urólogo a los 50 años, que debe adelantarse en caso de existir factores y/o antecedentes de riesgo a los 40 años. Esta consulta le evitará mucho sufrimiento y le podrá salvar la vida. Por favor no lo ignore.

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