Opinión

Un cóctel de Pedro Chicote para los ovetenses

La visita a la ciudad, en 1931, de un coctelero legendario que levantó gran expectación

La precoz fama de barman de Pedro Chicote atrajo la curiosidad de verlo en Oviedo, con motivo de su visita en abril de 1931. Tenía sólo 22 años y ya había recorrido varios países. Según la prensa de la época, muchos ovetenses tenía una imagen errónea del barman y les sorprendió su juventud y vitalidad. Chicote ya había participando en certámenes de cócteles como en Luxor (Alto Egipto), donde ganó a toda una pléyade de especialistas de El Cairo. Poseía tres bares en Madrid, para los que ideaba diariamente cócteles y otros dos en San Sebastián el Victorias Palas y La Perla.

Durante su visita a Oviedo dedicó a los ovetenses, a través del diario «Región», un cóctel con la siguiente composición: «Prepárese en coctelera unos pedacitos de hielo, unas gotas de granadina, unas gotas de Curasao (sic) rojo, media copita de coñac español y media copa de vermouth Cinzano. Agítese y sírvase en copa de cocktail con una guinda».

Los cócteles y compuestas tuvieron una época de esplendor en Oviedo en las décadas de los 40 a los 60 del pasado siglo, con una sana competencia entre los camareros de las distintas cafeterías y cafés de la capital. De aquella competencia surgirían verdaderos «ases» de la especialidad y su fama era reconocida por sus consumidores. Su decadencia se inicia en los años setenta.

A propósito de cócteles, «Adeflor», santo y seña del periodismo gijonés durante décadas, recordaba en enero de 1946 el recibimiento a principios del siglo XX, de un acaudalado francés que viajaba en auto desde París con un amplio séquito de «secretarios, ayudas de Cámara, choferes, perros y gato de Angora». Se proponía recibirlo en Gijón con toda la pompa posible, se barajaron varias propuestas y al final se impuso la idea del hostelero de Corrida, Setién, creando el más gigantesco cóctel de la historia, consistente en volcar en un barreño copas de todos los licores disponibles en la bodega de Setién, en la que predominaban los licores de menta. Es probable que el citado hostelero fuera el mismo que se instaló en Oviedo donde regentó uno de los restaurantes más lujosos del norte de España.

La sugerencia del cóctel ideado por Pedro Chicote para los ovetenses a través del diario «Región» hace casi un siglo, no estaría de más recuperarla para jornadas relacionadas con la hostelería de la capital.

Suscríbete para seguir leyendo