Opinión

El Archivo Histórico de Salas y la importancia de una buena gestión archivística

Por diferentes avatares he necesitado del auxilio de los archiveros y archiveras en muchas ocasiones, y no solo en Asturias. Son ellas y ellos figuras clave para la custodia, descripción y cuidado de los documentos. Sin estos profesionales, aquellos que se dedican a la investigación estarían más que ciegos y perdidos en sus trabajos. Afortunado el que topa con un archivero que sabe lo que se trae entre manos y entiende lo crucial que es facilitar la información a quien la necesita, siempre prevaleciendo el interés en el conocimiento, en la información que puede extraerse de los documentos. Obviamente me he topado de todo, bisoños y torticeros, pero prevalecen los profesionales como lo son en el Histórico Provincial de Asturias.

El Archivo Histórico Municipal de Salas ingresó en el Archivo Histórico de Asturias, en Oviedo, el pasado verano de 2023, y desde julio de ese año está a disposición de los investigadores en el horario habitual del centro. Pues bien, esta reflexión parte de diferentes cuestiones. Una de ellas es la de destacar la agilidad del personal del Archivo Histórico Provincial para atender las consultas. Días atrás enviaba una solicitud de información para cerciorarme de que el libro del Registro Civil de nacimientos del año 1858 de Salas no estaba extraviado, ya que entre los documentos digitalizados por la Fundación Valdés y puestos a disposición del público en su página web, no aparecía este libro. La frustración de la búsqueda en los archivos me llevó a reflexionar sobre ello hace unos años en un congreso en Jaén, y pareciera que me persigue esta cigua, pues cuando trato de encontrar un dato básico, este ha desaparecido. La respuesta no se hizo esperar más de un par de horas, confirmándose que no está el referido libro de 1858. Comenté con el mismo responsable del archivo de Oviedo si ese libro podía haberse perdido en la mudanza y le dije que consultaría en el inventario, pero sin darme tiempo a respirar ya me había dado respuesta en el sentido de habían revisado el inventario, tanto en la web como en papel elaborado en su día por otra archivera y no constaba ese libro, por lo tanto, es poco probable que se encuentre en Salas.

Desde aquí agradecer no solo el dato facilitado ipso facto que me permite dedicar el tiempo a reconocer su trabajo y no a perderme entre montañas de papel para agravar mi frustración. Además, he de agradecer también al personal del Registro Civil de Salas por todas las consultas que amablemente me atienden cuando persigo alguna información. En este sentido quisiera recordar lo importante que resultaría disponer del fondo histórico del Juzgado de Salas en el mismo Archivo Histórico Provincial, como ya pataleé en más de una ocasión y salvar así unos documentos que pueden ser muy importantes. Y se dirán: ¿y todo esto, por qué? Pues bien, el dato que andaba buscando se refería al nacimiento de José Rubio y Rodríguez, nada menos, originario de Mallecina, Síndico de la Bolsa de Madrid y según información que he manejado, amigo personal de Alfonso XIII con quien despachaba en su propia casa madrileña de la Calle de Zorrilla. He de corregir una información aparecida en una publicación local donde refería que su nacimiento había acaecido en 1848. No es así, ya que, consultando su expediente académico en la Universidad Central madrileña, me resulta una data que llevaría su nacimiento a 1858. Esto se confirma en su certificado de defunción en 1935 donde se indica que contaba al morir 77 años de edad.

Murió José Rubio de neumonía en su maravillosa casa de Mallecina y yacen sus restos en el mismo pueblo, en un destacado panteón que da cuenta de su poder económico. He tenido que esperar desde mediados de 2023 para que el Archivo Histórico Nacional digitalizase su expediente académico, pero la espera ha valido la pena. De esta documentación se infiere no sólo que se haya licenciado en Derecho Civil y Canónico, sino que ya estaba en Madrid varios años antes pues terminó en 1873, a la edad de 15 años, el Bachiller en Artes, en otros documentos se cita simplemente Bachiller, en el Instituto del Noviciado, esto es, actual Instituto Cardenal Cisneros, y comienza la carrera de Derecho en el curso 1875-1876. Además, nuestro personaje declara como domicilios en sus papeles académicos el de Calle de La Reina, 45 y Carrera de San Gerónimo, 40. Démonos cuenta de cuál era su nivel en aquella época, y parece ser que toda la riqueza que el sustento de su estancia en el Madrid de entonces, salía de su familia en Mallecina, Salas.

DE lo que no me cabe duda es que José Rubio, a decir por su expediente académico, parece ser hombre disciplinado y comprometido con sus estudios. También es necesario corregir, dado que la información que manejé hace unos meses no era del todo fiable, debió ser el tercero de los hermanos, pues según hoja padronal de 1858, confeccionada aun cuando él no había nacido, aparecen con sus padres empadronados en el domicilio de Mallecina, una hermana de siete años y un hermano de cinco. Gracias de nuevo al trabajo de los profesionales del Archivo Histórico de Asturias, he podido dilucidar algo más sobre José Rubio y corregir la información que otras fuentes me habían aportado. Siempre es necesario acudir al archivo y a las fuentes primarias, y aquí se pone de relieve el porqué.